Significado de «Acorazado (Barco De Guerra)»

1. Barco de guerra que, dotado con cañones de máxima potencia y protegido con una coraza capaz de resistir los impactos de grandes proyectiles, reúne la mayor potencia de destrucción con la máxima capacidad de resistencia y se destina principalmente a asumir el papel primordial en una flota de combate.
   
   Sus características son semejantes a las del crucero de batalla, que se diferencia, sin embargo, por su blindaje más liviano sacrificado en beneficio de su mayor velocidad. Uno y otro fueron clasificados como barcos de primer orden en el Tratado de Washington de 1922 que estableció la limitación del armamento naval. Mientras estuvo en vigor este tratado, las dos principales potencias navales, Estados Unidos y Gran Bretaña, mantuvieron cada una en servicio 15 barcos de este tipo, considerados como las armas más importantes de la Marina. La experiencia de la II Guerra Mundial puso de relieve la importancia del portaaviones como arma dominante en muchas situaciones en que, a veces, la misión principal del acorazado se redujo a servirle de protección. Ello indujo a algunos técnicos navales a sostener la primacía del portaaviones entre los barcos de primer orden. Otros estimaron que el concepto de buque de primer orden había quedado preterido.
   
   La polémica en torno a si el poder aéreo había relegado o no al acorazado quedó en pie a pesar del grado de perfección adquirido por las armas atómicas. Sin embargo, tanto Gran Bretaña como Estados Unidos mantuvieron regularmente en servicio activo un solo acorazado después de la guerra frente a los 15 de la preguerra. Ello no impidió que en las operaciones de Corea intervinieran 3 de estos barcos para bombardear las instalaciones costeras. El acorazado es primordialmente una plataforma armada con los cañones más pesados y potentes que puedan construirse. Sus proyectiles son más precisos y destructivos que los de las mismas características lanzados por los aviones. Este buque puede utilizarse, como en Corea, siempre que las condiciones justifiquen su empleo dentro de unos limites razonables de riesgo.
   
   Historia de los acorazados.
   
   El primer barco de guerra a vapor fue el Demologos o Fulton, diseñado por Robert Fulton y botado en Nueva York (1814). Construido con madera de roble que tenía un espesor de 1,5 m y artillado con los cañones más pesados de aquel tiempo, no entró en servicio y transcurrieron muchos años antes de que aparecieran otros barcos de guerra a vapor. Las ruedas de paletas y la maquinaria al aire libre resultaban demasiado vulnerables por lo que, al ensayar con éxito John Ericsson su barco de hélice, adoptaron este sistema de propulsión todos los barcos de guerra. El primer barco de guerra accionado por hélice fue el Princeton, de la Marina norteamericana, construido en 1842. El empleo de hélice permitía instalar toda la maquinaria y calderas por debajo de la línea de flotación, donde su protección era completa. Muchos antiguos buques de línea fueron dotados de hélice. Pero la invención de los proyectiles explosivos significó la muerte de los barcos de este tipo e impuso la necesidad de revestir los navios con una coraza protectora. El primer acorazado, el francés La Gloire, concebido por Depuy de Lome en tiempo de Napoleón III, llevaba sus cañones en dos cubiertas, una protegida y otra al aire libre, y presentaba la línea de una fragata.
   
   Para contrarrestar la pérdida de potencia que suponía la reducción numérica de los cañones se aumentó su calibre y para dotarlos de mayor poder perforante se rayaron sus ánimas de modo que pudieran lanzar proyectiles alargados en lugar de los esféricos utilizados hasta entonces. Aun antes de terminarse La Gloire en 1859, Ericsson había ofrecido al Gobierno francés el diseño de un buque armado con torretas, mientras ofrecía lo propio al Gobierno británico el capitán Cowles. Las ideas de Ericsson cobraron forma en el Monitor y Cowles diseñó y construyó el buque danés Rolf Krake. Al Monitor, de una sola torreta, siguieron otros provistos de dos y hasta cuatro torretas, montadas en muchos casos lo bastante altas para proporcionar al barco buenas cualidades marineras. Construyóse luego una gran variedad de tipos, en que las baterías aparecían montadas en la parte central, en los costados y en torretas, hasta que finalmente (187580) se adoptó el acorazado de doble torreta, una en la parte de proa y otra en la de popa, armada cada una de dos cañones pesados, sin perjuicio de que se montaran otros cañones más pequeños. Por esta época (1887) se botó el acorazado español Pelayo, de 9890 t, 104,2 m de eslora y blindaje de 19 a 45 mm, artillado con 2 cañones de 32 cm, 2 de 28, 9 de 14 y otras piezas.
   
   En 1905 el acorazado típico iba provisto de una cintura blindada a todo lo largo de la línea de flotación y una coraza lateral que cubría casi enteramente todo el centro. Sus cañones eran de tres tipos: una batería principal de cañones pesados con calibres de hasta 305 mm; una batería intermedia, con cañones de calibres 152,4, 203,2 y 254 mm, y una batería secundaria de cañones de fuego rápido con calibres comprendidos entre 76,2 y 152,4 mm.
   
   Dreadnought, Pronto advirtieron los técnicos navales que la adopción de un mismo calibre para todos los cañones pesados reduciría considerablemente la dificultad del control de fuego de una batería mixta y aumentaría grandemente el radio de combate en beneficio de la eficacia combativa del buque. Así surgió el acorazado con artillería única de gran calibre, cuyo primer modelo fue el inglés Dreadnought, comenzado en 1905 y terminado al año siguiente. Diseñado por una comisión del Almirantazgo británico nombrada para estudiar los tipos de barcos de guerra a construir en el futuro, medía 147 m de eslora, desplazaba 17900 t, iba protegido por una cintura blindada de 275 mm de espesor y desarrollaba mayor velocidad que los barcos pesados de guerra construidos hasta entonces. Sin embargo, la más importante innovación introducida en él fue el aumento de cañones pesados de largo alcance, pues montaba 10 cañones de 304,8 mm en vez de los 4 que generalmente llevaban los anteriores acorazados. Con tal acumulación de potencia de fuego y tales dimensiones dejó anticuados a todos los otros. A los pocos años construyeron otras naciones a su vez buques del tipo Dreadnought, algunos con desplazamientos superiores a las 20000 t y armados con cañones de 325, 350 y 375 mm. Durante la I Guerra Mundial y en su posguerra se construyeron barcos de tonelaje aún mayor. En 1912 entraron en servicio los gemelos españoles Jaime I y España, de 15 700 t, 139,96 m de eslora y coraza de 75 a 150 mm en los costados, armados con 8 cañones de 305 mm, 20 de 101, 2 de 47, 2 de 57 y 2 ametralladoras de 37. Ambos se hundieron en el curso de la guerra civil (1936-39).
   
   Crucero de batalla.
   
   La misma Comisión del Almirantazgo que diseñó el Dreadnought recomendó asimismo la construcción de otro nuevo tipo de barco de guerra,, el crucero de batalla: barco armado con cañones únicos, de grueso calibre, similares a los del acorazado, pero en el que se sacrificaba parte del peso de la coraza protectora en beneficio de la velocidad y radio de acción. Fue a la sazón objeto de apasionado debate la cuestión de si debía darse preferencia a la velocidad sobre la protección o a la inversa. En la batalla de Jutlandia, durante la I Guerra Mundial, la línea de cruceros de batalla ingleses sufrió grandes pérdidas y daños. Los Estados Unidos, que habían colocado la quilla a varios cruceros de batalla, abandonaron su construcción; pero los ingleses convirtieron dos acorazados en construcción, el Renown y el Repulse, en cruceros de batalla. El buque de guerra mayor de su tiempo fue el Hood, crucero de batalla de 42 100 t, destruido por los cañones del acorazado alemán Bismarck en un breve combate (1941). El Repulse se perdió asimismo en la II Guerra Mundial. El tratado concluido en Washington (1922) sobre la limitación de armamentos navales clasificó a los acorazados y cruceros como barcos de primer orden y Gran Bretaña retuvo sus tres cruceros de batalla entre los quince barcos de primer orden autorizados por el tratado.
   
   Después del Hood, terminado en 1918, no volvió a botarse ningún crucero de batalla. Durante la II Guerra Mundial, los Estados Unidos construyeron una serie de barcos que reunían las características de los cruceros de batalla, aunque oficialmente fueron designados grandes cruceros. El Alaska y el Guam iban armados con 9 cañones de 300 mm y revestidos de una coraza de 225 mm. El Guam prestó servicio durante seis meses en las campañas del Pacífico de la II Guerra Mundial. El Hawaii, que estaba a punto de terminarse al finalizar la guerra, se describió como «gran buque de operaciones tácticas». También se sugirió su posible empleo como buque armado de proyectiles dirigidos, al igual que el acorazado Kentucky, aún no terminado.
   
   Limitaciones del Tratado. El Tratado de Washington sobre limitación de armamento naval (1922) prohibía la construcción de acorazados una vez que las grandes potencias hubieran alcanzado el tope de fuerza permitido, a saber: 5, 5, 3, 1,75 y 1,75, respectivamente al Imperio Británico, Estados Unidos, Japón, Francia e Italia. Los últimos acorazados construidos por los Estados Unidos bajo las condiciones del tratado fueron el West Virginia y el Colorado, ambos armados con cañones de 406 mm. Para remplazar a los barcos anticuados, dentro de la limitación impuesta, Gran Bretaña puso en 1922 la quilla al Nelson y al Rodney, que desplazaban más de 33 000 t e iban armados con 9 cañones de 406 mm. El acorazado más potente permitido al Japón por el tratado fue el Mutu, similar al Colorado.
   
   Las limitaciones estatuidas por el Tratado de Washington fueron prorrogadas hasta 1936 por los signatarios del Tratado Naval de Londres (1930). Francia, que no firmó el tratado, acometió, sin embargo, en 1932 la construcción del Dunkerque, primer acorazado que se botaría en diez años. Se trataba de una réplica del «acorazado de bolsillo» alemán Deutschland, terminado en 1933. Construido para conformarse al tonelaje máximo (10000 t) impuesto por el Tratado de Versalles, aunque probablemente lo superaba, el Deutschland, al igual que sus hermanos el Almirante Scheer y el Almirante Graf Spee, puestos en servicio en 1934 y 1936 respectivamente, resultaban más veloces que los acorazados construidos hasta la fecha e iban armados con cañones de 275 milímetros.
   
   El Dunkerque marcó una nueva era en la construcción de acorazados. Fue diseñado para armar 8 cañones de 325 mm y navegar a una velocidad de 29,5 nudos, sólo alcanzada hasta entonces por cruceros de batalla y otros barcos de menor tonelaje.
   
   La quilla de su gemelo, el Strasbourg, fue colocada en 1934, y en el mismo año Italia empezó la construcción de dos acorazados de 35000 t, el Littorio y el Vittorio Veneto. Al concluirse el Tratado Naval AngloGermano de 1935, Alemania empezó a construir dos acorazados de 26000 t, el Gneisenau y el Scharnhorst. El Tratado Naval de Londres de 1936 permitió a sus signatarios la construcción de nuevos acorazados, pero limitó su tonelaje a 35000 t. Gran Bretaña, Estados Unidos y Japón construyeron acorazados del mayor tonelaje permitido, construcción que aceleraron al aumentar el peligro de guerra. En 1938, por común acuerdo, se elevó a 45000 el tonelaje permitido. El estallido de la guerra (setiembre 1939) aceleró la construcción de buques de primer orden. En 1940 las grandes potencias contaban con los siguientes acorazados: Gran Bretaña, 15 (incluidos sus tres cruceros de batalla); Estados Unidos, 15; Japón, 9; Francia, 9; Alemania, 6; Italia, 6. A la terminación de la II Guerra Mundial las cifras se habían modificado como sigue: Estados Unidos 23, Gran Bretaña 14, Italia 5, Francia 4 y Japón 1.
   
   Terminado el conflicto, se desguazaron varios acorazados; cinco fueron empleados como blancos en los experimentos atómicos. Su número, incluidos los retirados de servicio en dique seco (según el vulgo, guardados en naftalina) y los destinados a las flotas de reserva o servicio no activo, se reducía a 15 en Estados Unidos, 5 en Gran Bretaña, 2 en Francia y 2 en Italia.
   
   Acorazados de la II Guerra Mundial. En la gran contienda intervinieron los siguientes acorazados ingleses del tipo King George V, de 35000 t y 10 cañones de 350 mm; el King George V, terminado en 1940; el Prime of Wales, hundido por la aviación japonesa en 1941; el Duke of York; el Anson y el Howe. El Vanguard, de 44500 t, 248 m de eslora y 8 cañones de 380 mm, entró en servicio en 1946. El alemán Bismarck, de 42 500 t, armado con 8 cañones de 380 mm, fue hundido por la acción conjunta de la Aviación y Marina inglesas en aguas del Atlántico (1941). El Tirpitz fue hundido por la aviación en 1944. Los acorazados mayores construidos fueron dos japoneses del tipo Yamato, con un desplazamiento de 64000 t, una eslora de 271 m y 9 cañones del mayor calibre conocido: 457 mm. Los franceses Jean Bart, terminado en 1949, y Richelieu, puesto en servicio en 1940, desplazaban 35000 t e iban armados con 8 cañones de 380 mm. Los italianos Andrea Doria y Caio Duilio, de 23622 t, armaban cañones de 329 mm.
   
   Los Estados Unidos botaron en 1941 y 1942 los acorazados gemelos North Carolina y Washington y otros del tipo South Dakota e Indiana, todos ellos de 35000 t y armados con 9 cañones de 406 mm. Los últimos y mayores acorazados construidos son el Iowa y su serie: New Jersey, Missouri, Wisconsin (terminados en 1943 y 1944) y Kentucky (acabado en un 70% al finalizar la contienda); desplazan 57450 t a plena carga, se mueven por turbinas engranadas de 212000 caballos de fuerza al eje y alcanzan velocidades de hasta 35 nudos. Su armamento comprende 9 piezas de 406 mm y 40 km de alcance, montadas sobre tres torretas, tres en cada una, amén de otras baterías subsidiarias. Su D.C.A. cuenta con 80 emplazamientos de ametralladoras pesadas de 40 mm, substituidos en algunos por 30 cañones de fuego rápido de 76,2 mm. Cada acorazado va dotadq -además de dos helicópteros. Su blindaje alcanza en. los costados 482 mm de espesor. Su dotación comprende 2000 hombres, que aumentaron a 2700 en tiempo de guerra. Véase Estrategia y táctica naval; Escuadra, Don Rusell.

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