Significado de «cristalización»

1. f. Acción y efecto de cristalizar o cristalizarse.
   
   Fenómeno físico que consiste en que ciertas sustancias adopten formas geométricas, limitadas por caras planas regularmente dispuestas, al pasar al estado sólido.
   
   Estas formas regulares se denominan cristales, aunque en un sentido más amplio, el término cristal sirva para designar la forma normal del estado sólido de agregación de la materia y sea la expresión exterior de la ordenación interna de los átomos, moléculas o iones de la sustancia, en redes tridimensionales indefinidamente repetidas.
   
   Ciertos sólidos, como el vidrio y los plásticos sintéticos, que carecen de esta ordenación interna, poseen una estructura amorfa y con frecuencia no son más que líquidos sobrenfriados, es decir, líquidos que no pueden fluir porque su viscosidad es muy grande a la temperatura ordinaria. Véase Amorfos; Sólidos.
   
   Los factores determinantes de la estructura cristalina de una sustancia son principalmente el tamaño de sus átomos, moléculas o iones y las fuerzas atractivas existentes entre ellos. Las partículas individuales pueden oscilar, dentro del cristal, alrededor de ciertas posiciones de equilibrio, pero las fuerzas atractivas ya citadas les impiden cualquier movimiento de carácter desordenado.
   
   La movilidad de dichas partículas elementales puede afectar y aun impedir la formación de una estructura cristalina, especialmente en el caso de sustancias de gran viscosidad. El vidrio corriente y ciertos plásticos, como el plexiglás, la baquelita o el poliestireno, pueden citarse como ejemplos de sólidos amorfos o no cristalinos, que no son sino líquidos muy viscosos cuyas moléculas carecen de toda ordenación.
   
   Muchos sólidos normalmente amorfos pueden obtenerse en estado cristalino dejándolos enfriar muy lentamente después de fundidos, de manera que sus átomos o moléculas tengan tiempo suficiente para disponerse en formas regulares y estables.
   
   En general, sin embargo, la mayoría de las sustancias puras pueden existir en forma de cristales o como líquidos o gases, no cristalinos, lo que depende exclusivamente de la temperatura y de la presión. Al descender la temperatura, disminuye la energía cinética de los átomos o moléculas y llega un momento en que las fuerzas atractivas existentes entre las partículas son lo suficientemente grandes para inmovilizarlas en una ordenación cristalina.
   
   La temperatura correspondiente se denomina punto de solidificación o de congelación, que para el agua, por ejemplo, es de 0°C o 32 °F. Al calentarlas, las sustancias sólidas funden a una temperatura a la cual la energía cinética creciente de las partículas es capaz de desintegrar el cristal para formar un conjunto continuo de átomos o moléculas en movimiento constante y desordenado.
   
   Cuando las fuerzas atractivas entre partículas son grandes, las sustancias funden a temperaturas más altas que si aquéllas son débiles. Puntos de fusión de algunas sustancias corrientes son, por ejemplo; cloruro sódico o sal de mesa, 801 °C; cobre metal, 1083 °C; hierro, 1535 °C; volframio, 3370 °C. Estas sustancias son cristalinas a temperaturas inferiores, y líquidas a temperaturas superiores, a la de su punto de fusión.
   
   Las sustancias pueden cristalizar no sólo a partir del estado líquido, sino que también sus vapores pueden condensarse directamente en forma de cristales, en un fenómeno contrario al de la sublimación o paso directo de sólido a vapor.
   
   La formación de escarcha en los cristales de las ventanas durante el invierno es un ejemplo de cristalización a partir de vapor. También puede sobrevenir la cristalización en el seno de una disolución y tal es el caso de la sal que cristaliza durante la evaporación de una salmuera.
   
   Al evaporarse el agua de una disolución, su concentración va en aumento y al rebasar la que corresponde a la saturación, el cuerpo disuelto cristaliza. Otro caso de cristalización a partir de una disolución se produce cuando ésta se enfría, como se observa en los jarabes que por la acción del frío depositan azúcar.
   
   Como en general la solubilidad de las sustancias disminuye con la temperatura, la cristalización en este caso se debe asimismo a un fenómeno de saturación.
   
   Sobre la forma, tamaño, estado de agregación, etcétera de los cristales obtenidos en el proceso de cristalización influyen una serie de factores como la velocidad de enfriamiento de la solución, estado de reposo o movimiento de la misma, materiales de construcción del recipiente, siembra de gérmenes cristalinos, etc.
   
   Los procesos de cristalización tienen una gran importancia en la industria; de ellos depende, por ejemplo, la obtención de almíbares o helados de buena calidad, pero también la de aleaciones de la resistencia, dureza y ductilidad convenientes, la de pigmentos de finura, poder cubriente y estabilidad adecuados o la de morteros y hormigones de la resistencia necesaria.

1. f. Acción y efecto de cristalizar o cristalizarse.
2. Cosa cristalizada.

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