Significado de «dique seco o de carenas»

1. Dársena artificial para construcción y reparación de barcos, abierta a una corriente navegable, provista de compuertas a la entrada que, una vez cerradas, permiten achicar el agua del interior del dique hasta que el barco quede seco convenientemente apuntalado. De forma rectangular, tienen sección transversal en forma de U, con piso y dos paredes laterales. El extremo próximo a la orilla puede estar curvado hacia adentro para alojar la proa o popa del navio. Varios diques modernos tienen rectangulares los extremos que dan a la orilla. Las paredes laterales de los diques antiguos forman una pendiente con escalones llamados «gradas»; los recientes disponen de paredes laterales totalmente verticales o ligeramente inclinadas, con sólo una o dos gradas. El extremo exterior se cierra mediante un cajón de acero flotante (barco-puerta). Muchos diques antiguos utilizan compuertas de batientes giratorios de acero, muy parecidas a las de las esclusas de los cursos navegables.
   
   
   Funcionamiento.
   
   
   Se anega el dique hasta el nivel de las aguas exteriores mediante atarjeas que atraviesan sus paredes laterales o portalones de inundación dispuestos en los barcos-puerta. Al extraer por bombeo el agua que lastra el barco-puerta, éste sube a flote abandonando su asentamiento. A continuación se hala y coloca en posición el barco en el interior del dique mediante cables que unen la nave a poderosos cabrestantes accionados por motores eléctricos y situados en la cabecera y laterales del dique. Se traslada entonces el barco-puerta flotante a posición adecuada donde vuelve a ser colocado en su emplazamiento cargando lastre en sus cámaras. Poderosas bombas, que expulsan el agua a través de atarjeas de descarga dispuestas en las paredes laterales, vacian el dique; así el barco puede asentarse sobre calzos (picaderos de pantoque y escoras de construcción) dispuestos en el fondo. Gon navios de línea estilizada también pueden utilizarse riostras y apeos afirmados a las gradas laterales. Para poner a flote el navio es preciso volver a inundar el dique, desplazar el barco-puerta y remolcar la nave al exterior.
   
   Los cimientos constituyen uno de los factores más importantes en el emplazamiento y disposición de los diques secos. Sus paredes laterales han de actuar como muros de contención con respecto a la tierra que los rodea; el fondo no sólo ha de poder soportar el peso concentrado del barco carenado, sino también, cuando el dique está vacío, la subpresión hidrostática creada por el desnivel existente entre las aguas exteriores y el piso. Todo ello confiere particular importancia al terreno subyacente que sirve de asiento al dique. Lo ideal sería apoyar el dique sobre un substrato rocoso, pero, cuando ello no es posible, es preciso reforzar la capacidad de resistencia del suelo con pilotes que, una vez empotrados, cooperan también a resistir las fuerzas de la subpresión hidrostática. Muchos diques antiguos están construidos en mampostería de piedra labrada, pero prácticamente, todo dique moderno es de hormigón, más adaptable a la colocación de las enormes masas exigidas.
   
   Se utiliza el método de construcción por tolva cuando el terreno subyacente es de constitución porosa. Tales suelos o bien no resisten la presión hidrostática o bien son susceptibles de filtraciones tan importantes que no resultaría práctico mantener enjuta la dársena excavada. El hormigón se vierte por un tubo vertical que atraviesa el agua hasta llegar al suelo. El extremo inferior del tubo queda sumergido en el hormigón y asciende gradualmente a medida que aquél va alcanzando la altura deseada. Si el hormigonado se realiza adecuadamente por medio de la tubería-trompa, el material solidificará y desarrollará toda su fuerza bajo el agua de la misma manera que si hubiera sido vertido en seco.
   
   
   Clases.
   
   
   La descripción y métodos de construcción del dique de carenas que acabamos de considerar son de aplicación al tipo llamado de «perfil de gravedad», que recibe este nombre porque el peso total del fondo y paredes laterales, unido al apoyo que puedan proporcionar los pilotes, basta para conservar su estabilidad contra las fuerzas de la subpresión hidrostática. Aunque esta clase sea la más generalizada y resistente, pueden también utilizarse otros tipos. Uno de los métodos más rápidos, sencillos y económicos de construir un dique seco consiste en levantar sus paredes mediante ataguías. La excavación puede realizarse en seco o por dragas; una vez . introducidas en el suelo las tablestacas que han de formar las paredes se dispone un suelo de hormigón.
   
   Un procedimiento todavía más rápido y económico es utilizar paredes de acero o de ataguías de hormigón soportadas por tirantes, que suelen ser macizos de anclaje o ataduras de pilotes. También en estos diques es costumbre utilizar piso de hormigón. Suelen ser de poco calado, no tan duraderos como los otros, y requieren considerable atención en su mantenimiento y ajuste.
   
   
   Control de la inundación.
   
   
   Generalmente es necesario disponer de medios independientes para regular la inundación de los diques secos en forma que dicha operación, aparte de completarse con la mayor rapidez posible, pueda ser controlada para evitar que los enormes volúmenes de agua que se precipitan en el dique ocasionen daños en él o en los barcos que alberga. El empleo de portalones o válvulas situados en el barco-puerta es método satisfactorio, pero puede crear dificultades estructurales en las propias compuertas.
   
   Algunos diques secos utilizan, las mismas atarjeas para la inundación y vaciado, pero no es éste un método conveniente, pues las exigencias de ambas operaciones son distintas. En general, el método más satisfactorio de inundación consiste en el empleo de una o varias atarjeas situadas en las paredes laterales. Regúlanse éstas mediante grandes válvulas que, dispuestas a la entrada del dique, se encargan de accionar unas compuertas de esclusa por las que el agua penetra en el dique a través de aberturas practicadas en el suelo o paredes laterales en tal forma que el nivel asciende sin turbulencias excesivas.
   
   
   Achique.
   
   
   Suele realizarse mediante bombas accionadas eléctricamente, aunque muchos de los diques antiguos utilizan medios de impulsión accionados por vapor. Las primeras bombas utilizadas fueron las centrífugas, en que un impulsor rotativo expulsa el agua de una carcasa espiral. Este modelo ha sido utilizado desde antiguo con resultados satisfactorios. Una variante de la bomba centrífuga con carcasa espiral es la de flujo mixto, que combina el flujo axial y el radial, muy utilizada en las modernas instalaciones. Dos astilleros de reciente construcción de la Armada norteamericana, utilizan con éxito otra clase de bombas de flujo axial y alabes ajustables; constan en realidad de una hélice de cuatro palas que giran sobre un plano horizontal, accionada eléctricamente por un árbol de transmisión vertical. Dispositivos de control, hidráulicos o eléctricos, regulan el ángulo de ataque de los álabes de la hélice en forma que la demanda de energía sea constante. Las bombas van colocadas en los pozos de bombeo tan abajo como sea posible a fin de reducir al mínimo con las pérdidas de succión. Sus motores suelen disponerse a bastante altura sobre el nivel superior de las aguas para evitar daños en caso de inundación del pozo de bombeo. Ello exige la construcción de ejes de bomba muy largos soportados por cojinetes-guía. Un tercer grupo lo constituyen las bombas para pozo profundo o bombas sumergibles: motor y bomba, encerrados en una unidad estanca, descienden hasta el fondo de los pozos. El motor va dispuesto debajo de la bomba y ésta, consistente en una hélice fija que gira sobre un plano horizontal, se sitúa bajo el nivel a que quedarán las aguas después de la operación de achique. Este tipo no requiere pozos de bombeo independientes y funciona en cañones o cilindros practicados en las paredes laterales del dique, que comunican con la atarjea común de descarga por vertederos individuales.
   
   
   Accionamiento de la compuerta.
   
   
   El método más utilizado para cerrar el extremo abierto de los diques secos es el empleo de compuertas flotantes del tipo de barco-puerta. Son estructuras metálicas formadas por una armazón recubierta por planchas de acero de las empleadas para forrar cascos de barco. Cuando flotan, van lastradas para mantener su posición vertical; están equipadas con bombas, motores y válvulas para su elevación y descenso a voluntad dentro del agua. Tienen un mínimo de obra muerta y nunca se hunden enteramente aunque todos sus tanques de lastre estén llenos. Esta clase de compuertas reciben energía eléctrica por medio de cables procedentes de la orilla. Después de introducir un barco en el dique, el barco-puerta es trasladado por flotación, con muy poco lastre, hasta la posición de cierre. Cuando la alcanza, se anega la compuerta, que desciende sobre el asiento dispuesto en el dique. Un momento antes de que ocupe su posición definitiva empiezan a funcionar en el interior del dique las bombas principales de achique para crear una diferencia de nivel entre las aguas situadas a uno y otro lado del barco-puerta. Así, a medida que éste se hunde hacia su asiento, la presión hidrostática de empuje contra él, en combinación con las bandas de estanqueidad de que va provista la compuerta, proporciona un cierre hermético que permite el vaciado total del dique. Algunos barcos-puerta de esta clase funcionan exclusivamente por aire comprimido procedente de la orilla, en cuyo caso no precisan motores ni bombas. Otros, construidos de hormigón armado y accionados por aire comprimido, se utilizan principalmente para casos de emergencia. La Armada de Estados Unidos ha construido una compuerta de charnela (puertas de hojas) utilizada en algunos diques secos de poco tamaño. Consiste en una caja de planchas de acero, relativamente estrecha, que gira sobre un plano vertical mediante bisagras dispuestas en el umbral (buscó) del dique o en el piso de la entrada. Es hueca y dispone en su fondo de una portilla para el aire. Funciona por aire comprimido y puede ascender o descender sobre las bisagras reguladoras.
   
   
   Servicios.
   
   
   Además de los elementos descritos, todo dique seco debe contar con servicios de agua, vapor, gas, aire comprimido y corriente continua y alterna, con circuitos de alumbrado y soldadura para utilizarlos en el carenado de barcos. Cuando un navío queda varado en el dique, quedan inhabilitados sus mecanismos; por ello deben practicarse tomas con la orilla que faciliten los servicios necesarios durante el periodo de reparación, tales como fuerza para alumbrado y accionamiento de pequeños motores; agua potable para limpieza y contra incendios, teléfonos, etcétera.
   
   La capacidad de los diques secos ha aumentado en proporción al tamaño creciente de transatlánticos y acorazados. Entre los mayores del mundo se encuentran el dique seco de la Armada norteamericana, en Boston; el dique del Rey Jorge V, en Southampton, y el de Gladstone, en Liverpool. Véase Dique flotante.

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