Artículo enciclopédico: El decamerón (obra de Boccaccio)
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El decamerón (obra de Boccaccio)

El Decamerón es una obra maestra de Boccaccio, considerada la primera gran obra en prosa de la literatura italiana.

Escrita entre 1348 y 1353, se compone de 100 relatos narrados por un grupo de tres caballeros y siete damas que se refugian en una quinta para escapar de la devastadora Muerte Negra.

En este entorno, los personajes eligen una reina diaria y comparten historias que les permiten evadir el horror de la peste, explorando así diversos aspectos de la vida.
 


El decamerón (obra de Boccaccio)
  1. Obra de Boccaccio (v. Boccaccio, Giovanni), considerada generalmente la mejor y, de cualquier modo, la primera obra maestra en prosa de la literatura italiana. Iniciada hacia 1348 y concluida en 1353, se compone de 100 novelas presentadas como si hubiesen sido narradas en un lapso de diez días por un grupo de tres caballeros y siete damas jóvenes refugiados en una quinta para salvarse de la «Muerte Negra» (peste bubónica), que arrasó Europa entera en 1348. El Decamerón está maravillosamente construido y ambientado en forma que ningún aspecto de la vida le resulta inadecuado. Los diez protagonistas están enmarcados por el horror a la pestilencia universal de la que han logrado escapar; en la reclusión de una hermosa quinta eligen cada día una «reina» a cuyas instancias van relatando las amenas historias que les ayudan a olvidar sus preocupaciones. En estas condiciones los personajes de Boccaccio se sienten libres para discutir los asuntos que más les interesan.

    El plan de Boccaccio nunca ha sido superado, aunque quizá haya sido igualado por Chaucer en sus Cuentos de Canterbury. Los narradores de Boccaccio no constituyen caracteres, mientras que cada uno de los peregrinos de Los cuentos de Canterbury parecen seres humanos. Los cuentos de Chaucer pueden hacerse pesados, no así en cambio los narradores; en El Decamerón los narradores no son personalmente interesantes, pero los cuentos son fascinadores. Las vivas e interesantes historias narradas por los jóvenes protagonistas de Boccaccio son la esencia de la obra y, aunque los narradores pueden ser olvidados, nunca lo será el mundo que crearon sus historias.

    El Decamerón está inspirado en muy diversas fuentes: egipcias, árabes, persas, indias, los Contes y Fabliaux franceses, la Gesta romanorum. Boccaccio no se preocupó nunca probablemente del origen de los cuentos, que espigó por toda Italia como folklore de su tiempo. Se apropió el material que le plugo y, con su manera inigualable de narrarlo, lo hizo exclusivamente suyo; que este o aquel cuento tengan una versión en el antiguo Egipto poco importa. El libro, tan variado como el universo y la gente que lo habita, presenta al mismo tiempo al lector un vivido cuadro de la Italia del siglo xiv, ya que sus narraciones, profundamente realistas, están entretejidas de observaciones, costumbres y tipos que constituían la vida en tiempo de Boccaccio. El Decamerón, con sus ironías, su humor lascivo, su amable tolerancia con los errores humanos, es esencialmente humanista; en realidad, el libro ha sido criticado por esto precisamente: por la amplitud de sus miras y por su falta del llamado sentido moral o idealismo.

    El autor es un producto de la próspera clase media de la Italia prerrenacentista y en su obra se propuso a no dudarlo echar por la borda ideas y normas que consideraba caducas. El Decamerón es una amarga sátira contra lo que Boccaccio estimaba errores de las instituciones establecidas. Su libro alienta con un hálito de vida y está animado por seres auténticamente vivos: historias de aventuras, amores ilícitos, clérigos perversos, maridos engañados, esposas fieles e infieles, todos los elementos que conjugan la vida del hombre. Escrita en bella aunque complicada prosa, la obra a menudo carece de sencillez, pero ha merecido la inmortalidad por su impacto en el factor humano.

    El Decamerón, aunque muy leído y acogido con entusiasmo, fue en su tiempo severamente censurado y el autor se disculpa en el epílogo de lo que teme sea considerado excesivo libertinaje. Escribe, sin embargo, su autodefensa: «Nada hay tan indecente que a todos esté prohibido si en términos decentes se expresa, como yo estimo haberlo hecho.»

    Durante los siguientes siglos, a través de sus innumerables traducciones a muchas lenguas, el libro influyó de forma decisiva en la literatura europea. Hans Sachs, en Alemania, Molière y La Fontaine, en Francia, y Lope de Vega, en España, están en deuda con él. Los mejores escritores ingleses —Chaucer, Sydney, Shakespeare, Dryden, Keats y Tennyson— sufrieron su influencia.
Actualizado: 24/11/2016
Autor: Leandro Alegsa


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