Historia: cohetes de Estados Unidos para mediados del siglo xx

1. A mediados del siglo XX no podíamos afirmar que este país marchaba a la cabeza del mundo pues Rusia guardaba -y guarda- celosamente sus secretos; de todas maneras el arsenal de cohetes norteamericanos era y es el más formidable de los conocidos.
   
   
   Superficie-Superficie.
   
   En esta categoría destacaban el Honest John, cohete artillero no dirigido de largo alcance (25 km), con explosivo convencional o atómico, y su versión reducida el Little John, con un alcance de 30 km, que reunía características similares, aptos ambos para batir concentraciones enemigas; el Regulus, primera creación operacional de la Marina, y su versión perfeccionada el Regulus II, que, con una longitud de 17 m y un peso superior a las 11 t, podría alcanzar, según su velocidad (entre Mach 0,9 y 2), de 1200 a 1850 km; el Matador, que, elevándose a un techo de 1400 m, podía batir objetivos situados a más de 1000 km; el Redstone (SSMA-14), muy superior a los anteriores, que sirvió para lanzar el segundo hombre al espacio, el norteamericano Alan B. Shepard, el 5 de mayo de 1961 (longitud, 18,5 m; peso, 18 t; alcance, 300 km; velocidad, Mach 5; carga, termonuclear), propulsado por un motor cohete de combustible líquido, creación, como el siguiente, de Wernher von Braun; el Júpiter, uno de los mayores y más eficaces del grupo (longitud, 20 m; diámetro, 2,35 m; peso, 45 t; alcance, 2500 km; carga, atómica), dotado de gran movilidad táctica, clasificable entre los misiles balísticos intercontinentales de alcance medio (IRBM); el Lacrosse, propulsado por un motor cohete de combustible sólido, que con una longitud de 6 m, 1500 kg de peso y un alcance de 15 km, figuraba entre los dotados de mayor precisión y movilidad; el Able, con 110 km de alcance, caracterizado por su movilidad, precisión y ligereza; el Sergeant, de carga atómica, versión mejorada y notablemente reducida (longitud, 9 m; diámetro, 75 cm; peso, 2,5 t; alcance, 300 km; sistema de propulsión, cohete con agente propulsor sólido) del antiguo Corporal, (alcance, 120 km), al que sustituyó en febrero de 1958; el Thor, gigantesco misil autopropulsado (longitud, 21 m; diámetro, 3 m; peso, 45 t; alcance, 3000 km), cuyas características son similares a las del Júpiter; el Mace (TM-76), que a su alcance de 1000 km y velocidad de 960 km/h une un sistema de dirección no interceptable, y el Mace-B, en fase de ensayo, que alcanza 2400 km; el Pershing, de carga sólida y dirección no interferible, probado el 16 de febrero de 1961 y proyectado para sustituir al Redstone, al que, aunque más pequeño y ligero hasta el punto de ser aerotransportable, supera en eficacia y alcance (240 km); el MB-1 Genie, proyectil teledirigido nuclear supersónico, que, propulsado por un cohete NAA-Rocketdyne de propergol líquido, tenía una longitud de 2,43 m, un diámetro de 381 mm, un peso de 480 kg, una velocidad de Mach 1,5 y un alcance de 1300 metros.
   
   
   Superficie-Aire.
   
   Entre los principales misiles antiaéreos norteamericanos figuraban los siguientes: el IM99 Bomarc, propulsado por dos estatorreactores Marquart y un cohete auxiliar líquido, interceptador supersónico, dirigido por sistema buscador, que, con una longitud de 14,3 m, un peso de 3,85 t, una velocidad de Mach 2,5, un alcance horizontal de 300 km y un techo de 25 km, podía lanzar sus propios cohetes y volver a su base; la gran familia de los Nike supersónicos a la que pertenecen el Nike-1 o Nike-ajax, que con sus 40 km de alcance protegía los principales centros urbanos del país y cuyo cohete de lanzamiento utilizaba un propelente líquido (combustible JP-4 y ácido nítrico como oxidante), el Nike-B o Hercules, versión más perfecta y potente (160 km de alcance) del anterior, más largo y pesado, y el Nike-2 o Nike-Zeus, que, con un alcance, horizontal superior a los 160 km y un techo de 15-22 km, podía llevar carga convencional o atómica y en versión ultrasupersónica, con tobera de plástico y propulsión de propergol sólido, actuaba como misil-antimisil; el Sam-n-7 terrier, que, con una longitud de 8,2 m y un peso de 1520 kg, alcanzaba un techo de 35 km con una velocidad de Mach 2,5 merced a su eficaz propelente sólido; el Talos (alcance, 150 km), cuya eficacia, garantizadaba por un complejo automatismo, es comparable a la del Nike Hercules; el Hawk (longitud, 4,8 m; diámetro, 35 cm; peso, 580 kg; Mach, 2,5; alcance horizontal, 80 km; techo, 35 km), propio para la defensa contra los raids en vuelo rasante gracias a sus radares especiales que le permitían detectar a los aviones que entran en la zona muerta
   
   de los radares normales; el MCM, gran misil era capaz de lanzar en vuelo pequeños proyectiles que, guiados por rayos infrarrojos, persiguen al objetivo; el Red eye, especie de «bazooka» (longitud, 1,22 m, diámetro, 75 mm; peso, 9 kg) dirigido por rayos infrarrojos; el Harpy, de cabeza electrónica y corto alcance (5 km), portátil, manejable por un solo individuo, antiaéreo ideal contra vuelos rasantes; el Tartar (longitud, 4,5 m; diámetro, 30 cm), antiaéreo dirigido supersónico destinado a armar los destructores de la Flota.
   
   
   Aire-Superficie.
   
   Los principales cohetes norteamericanos de mediados del siglo XX para el ataque directo por aviones a objetivos tácticos, provistos casi todos ellos de carga nuclear, eran los siguientes: el Petrel, de dirección electrónica, destinado al ataque de buques y submarinos desde techos inalcanzables por la defensa normal antiaérea; el Gam «Green Quail», carente de ojiva explosiva, cuya construcción en fibra de vidrio le hacía indetectable por radar; el SM-73 «Bull Goose», proyectado, como el anterior, para burlar la defensa antiaérea; el GAM-77 «Hound Dog», proyectil alado de ojiva atómica, gran alcance (560 km) y velocidad supersónica (Mach 2), reforzado por un cohete auxiliar en sus fases inicial y terminal de lanzamiento; el Lazy Dog, pequeño proyectil (longitud, 0,5 m) apto para el ataque a concentraciones de tropas; el Bullpup, cohete sólido supersónico (Mach 2), radioguiado, con 3,5 m de longitud, 30 cm de diámetro y 272 kg de peso, ideal para el apoyo de las tropas terrestres; el White lance, versión más pesada y perfeccionada del anterior; el Corvus, supersónico, con motor de combustible líquido, de autoguiado pasivo y alcance superior a 80 km, proyectado para armar aparatos de portaviones; el Rascal, propulsado por un grupo de tres motores cohetes de combustible líquido (keroseno y ácido nítrico), de gran peso (6000 kg), volumen (6 m de longitud por 1,26 de diámetro), alcance (150 km) y velocidad (Mach 1,5).
   
   
   Aire-Aire.
   
   Los misiles más importantes de este tipo para mediados del siglo XX eran: el Falcon, autorradiodirigido, eficacísimo autoperseguidor de aviones cualquiera que sea su acción evasiva, que, propulsado por cohete sólido Thiokol que le imprimía una velocidad supersónica de Mach 3, tiene una longitud de 2 m, un diámetro de 15 cm, un peso de 69 kg y un radio de acción de 6-8 km; el Sparrow III (longitud, 3,65 m; diámetro, 20 cm; peso, 163 kg; velocidad, Mach 3; radio de acción, 8-10 km; propulsión, cohete sólido Aerojet), que, provisto de poderosa ojiva explosiva, era un infalible autoperseguidor del adversario; el Sidewinder (AAM-N-7), potente autoper-seguidor infrarrojo, autopropulsado sólido, que midía 2,5 m, pesa 70 kg, tenía un radio de 7 km y alcanzaba Manch 2,5; el Genie, de propelente sólido, carga nuclear en miniatura y espoleta de proximidad, peso de 453 kg y 2,5 km de alcance; el MB-1, cohete nuclear para armar aviones interceptores y supersónicos.
   
   
   Aire-Profundidades Marinas.
   
   De los misiles dedicados a la lucha antisubmarina para mediados del siglo XX sólo se poseen datos del Rat (longitud, 5 m; peso, 200 kg), proyectable desde aviones o barcos, especie de torpedo que empleaba las ventajas propulsoras del cohete.
   
   
   Profundidades Marinas-Aire.
   
   El Polaris, cuyas principales características eran: alcance, unos 2000 km; carga atómica transportable, 454 kg; agente propulsor, poliuretano; carga explosiva, un megatón; lanzamiento, por aire comprimido; encendido de la carga de propulsión, al emerger el misil del agua; longitud: 9 m; peso: 13 t. Esta ligereza en tan poderoso artefacto se explicaba por el empleo en el casco de acero inoxidable y ciertas aleaciones al berilio, pero sobre todo por la miniaturización de los elementos y accesorios. Con él han sido equipados los sumergibles atómicos.
   
   
   Proyectiles Balísticos Intercontinentales.
   
   
   Entre estos supergígantes capaces de batir con cargas nucleares en en el breve lapso de unos minutos objetivos situados a miles de kilómetros figuran el Atlas (Convair SM-65), el SM-64 Navaho, que dejó ya de fabricarse, el SM-62 Snark, el Titán y el Minuteman. La ficha del Atlas es la siguiente: longitud, 35 m; diámetro, 3,2 m; peso 110000 kg; forma, aproximadamente cónica; velocidad teórica, Mach 15; elevación vertical, 1600 km; alcance horizontal, 8000-10000 km; duración de vuelo, media. hora; lanzamiento, con dos cohetes Rocketdyne no desprendióles; estabilización, dos motores «vernier»; combustible, 4900 1 de oxígeno líquido y 30000 de carburante RP-1; cabeza, atómica; capacidad de transporte, una bomba de hidrógeno; dirección, control electrónico hasta abandonar la atmósfera y, luego, trayectoria balística. El Snark, que es en realidad un avión sin piloto de ala en flecha y carente de cola, tiene como principales características: longitud, 21 m; alcance horizontal, 8000 km; elevación vertical, 18000 m; velocidad, subsónica (Mach 09); propulsión, turborreactor «Allison J-71» con cohetes adicionales para facilitar el despegue; ojiva, con carga de fisión o de hidrógeno. Las características del Titán, ingenio de dos pisos tándem, que parece ser el destinado por la NASA a lanzar en 1963-64 la nave espacial Gemini de dos tripulantes, son: peso, 100000 kg; alcance, 8000 km; propulsión, 1) aerojet de keroseno RP-1 y oxígeno líquido con doble cámara y 2) aerojet de cámara única con idéntico propergol. Las del Minuteman, ensayado el 1 de febrero de 1961, formado por tres etapas (tres cohetes de combustible sólido: un Thiokol, un Hercules y un Aerojet), que quizá suponga el máximo esfuerzo estadounidense en el campo de la cohetería, son: longitud, 18 m; peso, 40 t; alcance, más de 11000 km; velocidad, superior a 24000 km/h; carga de combate, nuclear; sistema de guía, por inercia.
   
   
   Contracarros.
   
   Como cohete de este tipo Norteamérica cuenta principalmente con el Dart (SSM-A-23), de propulsor sin humo, provisto de un calculador electrónico, que mide 1,52 m, pesa 45 kg, tiene una velocidad de 280 km y con el impacto de su carga hueca puede destruir un carro.
   
   
   Cohetes para la Exploración Científica.
   
   El Aerobee-HI, versión de un Aerobee anterior (longitud, 6,10 m; diámetro, 38 cm; altura máxima, 113460 m; motor de combustible líquido), mide 9,15 m y puede llevar en su morro 45 kg de instrumentos hasta una altura de 200 km para recoger informes que luego transmite por radio a tierra. Durante el Año Geofísico Internacional fueron lanzados 40 de ellos desde Fort Churchill (Canadá) y otros 10 desde White Sands, Nuevo México. También con fines de investigación se crearon el Rockaire, que, disparado desde un avión de despegue vertical, asciende a una altura de 160 km con 20 kg de instrumentos, y el Viking, de la Marina, que, con 13 m de longitud y 7,5 t de peso, alcanza una velocidad de 5500 km/h y 250 km de altura.
   
   
   Lanzasatélites Gigantes.
   
   Más que proyectiles autopropulsados son una superposición de cohetes en fases o etapas, cada una de las cuales se va desprendiendo al entrar en función la siguiente. El Júpiter C, lanzador del primer satélite artificial norteamericano, el Explorer (31 enero 1958), constaba de cuatro fases que en conjunto medían 21 m y pesaban en el despegue 28458,5 kg: 1) un Redstone modificado que, mediante el empleo de la hidrina, combustible de gran poder calorífico, desarrolló un empuje de 37600 kg; 2) un haz de 11 cohetes de pólvora Sergeant; 3) tres cohetes de este mismo tipo; y 4) un solo cohete Sergeant, sobre el que se asentaba el satélite. El Scout, cohete sólido de cuatro fases, mide 21 m y pesa 16 t; el Atlas-Able, trifásico, lleva un Atlas en la primera etapa y un Van-guará en la segunda y tercera; el Atlas-Hustler, bifásico (un Atlas y un motor cohete Bell-Hustler), quema combustible líquido; el Vega es trifásico: 1) un Atlas modificado; 2) primer elemento de un Vanguard y 3) un elemento de propergol líquido; muy parecido es el Centauro. Pero los auténticos gigantes del grupo son el Saturno (50 91 de altura) y el Nova (79 m de altura y 2100 t de peso). El primero es tetrafásico: 1) un haz de ocho cohetes «Rocketdyne» de combustible líquido (680000 kg de empuje); 2) un motor del Titán modificado (135000 kg de potencia); 3) un par de motores de oxígeno-hidrógeno del Centauro (13600 kg de empuje); 4) motor del Vega. El Saturno H-l tiene ocho cámaras que desarrollan un empuje de 76000 kg cada una. El Nova es pentafásico: 1) un haz de cuatro cohetes «Rocketdyne» (2720 t de empuje); 2) un solo «Rocketdyne»; 3) un motor cohete de 36 t de potencia; 4) un motor cohete de 18 t de empuje; y 5) un cohete de 2725 kg de potencia. El Atlas, como integrante de los propulsores de naves espaciales, es el más potente; desarrolla un empuje de unos 167000 kg. Un Atlas-Agena ha lanzado con destino a la luna (26 enero 1962) el Ranger III, destinado no a girar en su órbita sino a alunizar para transmitir a la Tierra información por radio. El proyectil .erró el blanco. También un Atlas, tras varias dilaciones que mantuvieron tensa la atención del mundo, lanzó al espacio el 20 de febrero de 1962 la cápsula que, tripulada literalmente (en ello radica el principal mérito de la empresa) por el coronel Glenn, surcó la atmósfera a una velocidad de 28157 km/h y a altitudes que oscilaban entre los 160 y los 250 km para caer felizmente al mar al cabo de 4 h 56 m, después de describir tres órbitas en torno a la Tierra, al NO de San Juan de Puerto Rico, desde donde, recogida por un helicóptero, fue trasladada al destructor Noah.
   
   Para más información ver: cohete.

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