Artículo enciclopédico: historia de Cataluña (España)
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Historia de Cataluña (España)

La historia de Cataluña es rica y compleja, comenzando con la presencia de tribus como los ilergetes y cosetanos en épocas remotas.

Su ubicación en los Pirineos facilitó el contacto con colonias griegas y fenicias, dejando huellas en lugares como Tarragona y Barcelona.

A lo largo de los siglos, Cataluña fue parte de diversas civilizaciones, desde los romanos hasta los visigodos, y su historia se entrelaza con la de España, reflejando un legado cultural diverso y significativo.
 


historia de Cataluña (España)
  1. Cataluña, cuyo nombre parece derivar del de Gothalaunia, estuvo habitada ya en épocas re

    motas por tribus de ilergetes, cosetanos, indigetas y layetanos, pues encontraron en los Pirineos orientales paso fácil hacia la Península Ibérica. En la Edad del Hierro sus habitantes debieron mantener relaciones con la colonia griega de Marsella. De colonias fenicias y griegas quedan numerosos restos en Tarragona, Rosas, Ampurias y otros puntos, mientras Barcelona se atribuye a fundación cartaginesa. Los romanos ocuparon Cataluña y la hicieron parte de la Hispania Citerior primero y de la importante provincia Tarraconense después. Los distintos pueblos bárbaros que ocuparon la península se asentaron también en Cataluña, especialmente los visigodos, cuyo primer rey, Ataulfo, estableció su residencia en la que más tarde había de ser la Ciudad Condal. Desde esa base el dominio de Cataluña fue cosa fácil. Conquistada la península por los árabes a partir del año 712, Cataluña y varias regiones del mediodía francés quedaron sometidas a los invasores musulmanes. La presencia de un poderoso reino franco más al N contribuyó a la liberación de Cataluña por Carlomagno en el año 801. Este monarca formó la Marca Hispánica, que dividió en varios condados, entre los que pronto alcanzó preeminencia el de Barcelona. La región se declaró independiente de los francos bajo Vifredo el Velloso, uno de cuyos descendientes, Ramón Berenguer IV casó con doña Petronila, hija y heredera de Ramiro II de Aragón. Fruto de este matrimonio fue Alfonso II que incorporó el condado de Cataluña al reino aragonés (1137). A partir de entonces se inicia la expansión y preponderancia de los catalo-aragoneses en el Mediterráneo, cuyo comercio monopolizaron virtualmente hasta las mismas postrimerías de la Edad Media. En tiempo de los Reyes Católicos (1479) el reino de Aragón, y por consiguiente Cataluña, se unió al de Castilla para constituir la unidad española.

    La decadencia comercial de Cataluña por una parte, promovida por la desviación de las rutas comerciales del Mediterráneo al Atlántico (hacia América), y la política del Conde-Duque de Olivares por otra, originaron un creciente sentimiento independentista, cristalizado en repetidos alzamientos que culminaron en

    la rebelión de 1640, por la cual se proclamó la República Catalana, acogida a la protección del monarca francés Luis XIII. En 1650, caído ya Olivares, Cataluña se incorporó nuevamente al reino español, no sin antes haber recobrado sus fueros y privilegios. En 1714 el primer monarca español de la Casa de Borbón, Felipe V, suprimió las libertades catalanas como desquite al apoyo prestado por Cataluña al archiduque Carlos de Austria durante la Guerra de Sucesión. Al producirse la invasión napoleónica los franceses pretendieron en vano sojuzgar a los catalanes, que hicieron defensas tan famosas como la de Gerona. A lo largo de los siglos xix y xx esta región ha desempeñado un papel importantísimo en los acontecimientos internos de España. En 1931, con la proclamación de la II República española, Cataluña buscó de nuevo una autonomía muchísimo mayor por medio de un Estatuto político en virtud del cual gozaba de completa autonomía interna aunque quedase unida a la nación española. Este Estatuto, sancionado en plebiscito, fue reconocido por las Cortes Españolas en 1932, pero el deseo de independencia total presentado en 1935 fracasó. Pasado el periodo (1936-39) en el que la región estuvo en el bando republicano, Cataluña fue incorporada al nuevo Estado español.

    El período franquista (1939-1975) supusieron, tanto en Cataluña, como en el resto de España, la anulación de las libertades políticas, además de la prohibición del catalán en el ámbito oficial y educativo, que no fueron plenamente recuperadas hasta la Transición democrática y la entrada en vigor de la nueva Constitución española de 1978, en la que se reconoce la existencia de comunidades autónomas dentro de España. Al amparo de la Constitución se aprobó un nuevo Estatuto de Autonomía en 1979 que recuperó el uso oficial del catalán, posteriormente sustituido por el Estatuto de 2006, que tras algunas modificaciones dictadas por el Tribunal Constitucional en 2010, es el actualmente vigente. Véase Barcelona; Gerona; Lérida; Tarragona.

    Para más información ver: Cataluña (Región De España).
Actualizado: 26/09/2015

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