La luz y su color

1. La característica física de la luz que más afecta a la sensación de color percibida es la distribución de su energía a lo largo del espectro (v. Espectro y espectroscopia). En la mayoría de las luces, la energía se encuentra distribuida entre todas las longitudes de onda visibles, pero la cantidad correspondiente a cada una de ellas puede variar entre límites muy amplios. La sensación del color también depende de la intensidad de la luz. Para una distribución espectral determinada, el color percibido depende de muchos factores. Dadas unas condiciones determinadas del órgano de la visión, puede afirmarse que:
   
   1) Si dos rayos de luz tienen colores diferentes, sus distribuciones espectrales también lo serán.
   
   2) Aunque dos rayos luminosos concuerden exactamente en el color, sus distribuciones espectrales pueden no ser iguales. Muchas distribuciones espectrales diferentes pueden reproducir cualquier color dado, pero los colores diferentes del mismo brillo corresponden siempre a distribuciones espectrales distintas.
   
   
   Si la luz procedente de dos focos luminosos incide sobre una pantalla blanca y se refleja hacia los ojos del observador, el color que éste percibe corresponde a una mezcla aditiva porque ambas luces se han sumado antes de llegar al ojo. La cantidad total de energía en cada longitud de onda es la suma de las que poseían en la misma longitud de onda ambos manantiales luminosos. Toda combinación de tres rayos de luz que mezclados produzcan el blanco constituye una tríada de colores primarios. Gomo el rojo, el verde y el azul, cuando se mezclan son capaces de producir una gama de colores diferentes más copiosa que cualquier otra combinación se llaman primarios. Este calificativo no tiene otro sentido sino el de que es costumbre utilizar dichos colores para obtener mezclas aditivas.
   
   La luz del sol es el ejemplo corriente de luz blanca y su energía está distribuida de una manera casi uniforme, a lo largo de casi todas las regiones de su espectro.
   
   
   Pigmentos coloreados o colorantes.
   
   La luz puede llegar a los ojos después de reflejarse en la superficie de los objetos. Si ésta no absorbe en absoluto la luz o la absorbe por igual en todas las longitudes de onda, no variará la distribución espectral de la luz, ni tampoco el color percibido, salvo en lo que se refiere al brillo. Tales superficies aparecen blancas si se ven exclusivamente a la luz del sol, pero en otras condiciones pueden resultar grises o negras e incluso presentar algún ligero matiz. En general, los cuerpos no blancos, es decir, los que se llaman coloreados, no reflejan por igual la luz de todas las longitudes de onda y absorben algunas de ellas con más intensidad que las demás. Tales superficies constituyen reflectores o absorbentes selectivos y normalmente se ven de color.
   
   Son numerosísimos los materiales que absorben selectivamente la luz, especialmente los pigmentos y los colorantes usados en la fabricación de pinturas y en el tinte de los tejidos. Si la luz blanca incide sobre una superficie recubierta o teñida con tales materiales, la absorción selectiva altera la distribución espectral de la luz y la superficie se verá de algún color diferente del blanco. Si dos absorbentes selectivos que producen colores diferentes se mezclan uniformemente, continuarán absorbiendo selectivamente como antes de ser mezclados. La luz reflejada en una superficie tratada con la mezcla será absorbida selectivamente por ambos componentes y se obtendrá un nuevo color. La producción de colores por este procedimiento se conoce con el nombre de mezcla substractiva, porque cada colorante substrae una parte de la luz original. Los materiales capaces de absorber selectivamente son Colorantes.
   
   Los colores resultantes de la mezcla substractiva de colorantes son diferentes, en general, de los obtenidos en la mezcla aditiva de análogas luces coloreadas. En la mezcla substractiva se ve lo que queda después de la absorción; en la aditiva la suma de las luces. No pueden preverse los colores que se obtendrán en la mezcla súbstractiva de colorantes sin conocer la parte o partes del espectro que cada uno de ellos absorbe; en cambio, es posible predecir los colores que resultarán en una mezcla aditiva a partir de las luces que se mezclan. La mezcla de luces azul y amarilla (anaranjado) puede dar el blanco; pigmentos o colorantes de dichos colores pueden producir el rojo o el negro cuando se mezclan, si bien de ordinario dan el verde.
   
   Para más información ver: color.

Colores

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