Artículo enciclopédico: usos de los desinfectantes
Usos de los desinfectantes
Los desinfectantes son sustancias químicas utilizadas para eliminar microorganismos patógenos y prevenir infecciones.
Sin embargo, su uso es restringido y se ha reconsiderado en la actualidad.
Se ha comprobado que los organismos patógenos mueren rápidamente al desecarse, lo que reduce la necesidad de desinfección química en espacios como habitaciones.
En cambio, el enfoque se centra en el contagio directo y en la atención al enfermo y sus excreciones, priorizando métodos de control más efectivos.
usos de los desinfectantes
Autor: Leandro Alegsa
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Sin embargo, su uso es restringido y se ha reconsiderado en la actualidad.
Se ha comprobado que los organismos patógenos mueren rápidamente al desecarse, lo que reduce la necesidad de desinfección química en espacios como habitaciones.
En cambio, el enfoque se centra en el contagio directo y en la atención al enfermo y sus excreciones, priorizando métodos de control más efectivos.
- El uso de desinfectantes químicos es restringido. Actualmente se sabe que los organismos patógenos mueren bastante rápidamente después de abandonar el cuerpo humano, especialmente si se desecan. El principal peligro de infección reside, por tanto, en el contagio directo de la materia infecciosa fresca del enfermo, razón por la cual se pone ahora menos énfasis en la desinfección química de las habitaciones y se concentra la atención en el enfermo y en sus excreciones. Muchas autoridades coinciden actualmente en que en la mayor parte de las enfermedades puede abandonarse la desinfección de las habitaciones sin ningún peligro para la salud pública.
En ciertas circunstancias la desinfección puede ser una medida de extraordinaria importancia en la prevención de la enfermedad. En tiempos pasados se aplicaban detalladas técnicas de desinfección como un método secundario en el control del contagio, técnicas sustituidas hoy por métodos de control más efectivos. En la mayoría de las Enfermedades contagiosas es suficiente para una desinfección total un buen fregado con agua caliente y jabón de la habitación del enfermo —piso, muebles y maderamen— y el lavado de las ropas de cama y tapicerías.
La Fumigación (desinfección gaseosa completa) fue muy usada en tiempos pasados para evitar el contagio, pero hoy se considera innecesaria excepto en el caso de las enfermedades transmitidas por insectos o roedores. Una de las principales medidas para la reducción de la tuberculosis es la desinfección de los esputos. En las enfermedades intestinales, como la fiebre tifoidea, el único medio de mantenerlas bajo control es la desinfección de las heces, las ropas de cama y los materiales contaminados.
La desinfección de los depósitos de agua puede realizarse económicamente en gran escala por la adición de pequeñas cantidades de hipoclorito cálcico, halazona o cloro y resulta un valioso suplemento de la filtración; para algunas aguas es el único medio de purificación posible. Para pequeñas cantidades de agua puede utilizarse satisfactoriamente el yodo: una o dos gotas por litro.
El fenol y el cresol son excelentes desinfectantes de uso general para el lavado de manos y para la esterilización de instrumentos, suelos, paredes, retretes, desagües, palanganas, recipientes higiénicos, cubos de basura, perreras, esputos, heces y todas las secreciones. La cal, utilizada particularmente para la desinfección de excrementos humanos, se usa con frecuencia como blanqueo para preservar y desinfectar muros de ladrillo, cercas y cobertizos. El cloruro de cal es un poderoso germicida y mata todas las bacterias muy rápidamente, pero destruye también los textiles. La cal viva se espolvorea alrededor de establos y retretes. La cal apagada se emplea para la esterilización de esputos, orina, excrementos y otros desechos y para el lavado de cubas y tanques de madera. El ácido sulfuroso se utiliza para el tratamiento de frutos secos y en conserva. El fosfato trisódico se emplea en el lavado de botellas y en la industria lechera. Finalmente, también es muy usado el sulfato de cobre para destruir algas, hierbas y aquellos protozoos que no mueren ni son eliminados por las técnicas ordinarias de purificación del agua. Véase Insecticidas; Fungicidas.
Para más información ver: desinfectantes.
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