Los vicios pragmáticos del lenguaje son errores o malos hábitos en la forma de comunicarse que afectan negativamente la eficacia y la claridad del mensaje. Estos vicios pueden manifestarse en diferentes aspectos de la comunicación, como la elección de las palabras, la entonación, la estructura de las frases y la organización del discurso.
Algunos ejemplos de vicios pragmáticos del lenguaje son:
1. Ambigüedad: El uso de palabras o frases que pueden tener múltiples interpretaciones, lo que dificulta la comprensión del mensaje.
2. Redundancia: La repetición innecesaria de información, lo cual puede resultar tedioso y confuso para el receptor.
3. Circunloquio: Utilizar un exceso de palabras o rodeos para expresar una idea simple, en lugar de ser directo y conciso.
4. Falta de coherencia: La falta de conexión lógica entre las ideas expresadas, lo que dificulta seguir el hilo del discurso.
5. Evasión: Eludir o evitar la respuesta directa a una pregunta o evitar abordar un tema incómodo.
6. Falta de claridad: No expresar claramente las ideas o utilizar frases demasiado complejas o abstractas, lo que dificulta la comprensión del mensaje.
7. Uso excesivo de muletillas: Repetir constantemente palabras o frases sin contenido significativo, como "eh", "bueno", "¿sabes?", etc.
Estos vicios pueden afectar negativamente la comunicación, generando confusiones, malentendidos o incluso causar una percepción negativa en el receptor. Por lo tanto, es importante ser consciente de ellos y tratar de evitarlos para lograr una comunicación efectiva y clara.
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