Para redactar un planteamiento de problema, es importante seguir los siguientes pasos:
1. Identificar el problema: Lo primero que debes hacer es identificar claramente cuál es el problema que quieres abordar. Debes ser específico y concreto en la descripción del problema.
2. Contextualizar el problema: Luego, es necesario proporcionar un contexto o marco de referencia para entender el problema. Esto implica describir la situación actual, las circunstancias que rodean al problema y las posibles causas que lo generan.
3. Formular el problema en forma de pregunta: Una vez que tienes claro el problema y su contexto, debes formularlo en forma de pregunta. Esta pregunta debe ser clara, precisa y específica, de manera que pueda ser investigada y resuelta.
4. Delimitar el problema: Es importante establecer los límites del problema, es decir, definir qué aspectos o variables serán considerados y cuáles no. Esto ayudará a enfocar la investigación y evitará que el problema sea demasiado amplio o vago.
5. Justificar la importancia del problema: Por último, es necesario argumentar y justificar por qué es importante abordar este problema. Puedes mencionar las consecuencias negativas que tiene para las personas o la sociedad, las posibles soluciones que se podrían obtener, entre otros aspectos relevantes.
Recuerda que el planteamiento de problema debe ser claro, conciso y objetivo. Además, es recomendable revisar y pulir el texto para asegurarse de que transmita de manera efectiva el problema que se quiere abordar.
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