El término abad bendito se refiere a un religioso que tiene una posición de gran autoridad dentro de una comunidad monástica.
Este individuo ejerce una jurisdicción que se asemeja a la de un obispo, lo que implica que tiene responsabilidades tanto espirituales como administrativas.
Su título no solo denota poder, sino también un profundo compromiso con la vida religiosa y la guía de sus monjes.