La palabra abadenga se refiere a una persona que es propietaria de tierras o bienes que pertenecen a una abadía.
Este término evoca la conexión con instituciones religiosas que, en la Edad Media, administraban vastas extensiones de terreno.
Así, el concepto de abadenga no solo implica la tenencia de propiedades, sino también un vínculo histórico y cultural con la vida monástica y sus influencias en la sociedad.