El término abbevillense hace referencia a una cultura prehistórica del Paleolítico Inferior que surgió en Europa hace unos 600,000 años.
Esta cultura, nombrada en honor a la ciudad de Abbeville en Francia, se distingue por el empleo de herramientas de piedra tallada más grandes y pesadas que las de culturas anteriores.
Durante su desarrollo, la Tierra experimentó cambios climáticos significativos, influyendo en la distribución de poblaciones humanas y en la adaptación de la fauna y flora a través de la elaboración de herramientas cada vez más sofisticadas.
adj / m. El término "abbevilliense" se refiere a una cultura prehistórica del Paleolítico Inferior que se desarrolló en Europa hace aproximadamente 600,000 años.
El abbevillense debe su nombre a la ciudad de Abbeville, en Francia, donde se encontraron por primera vez vestigios de esta cultura prehistórica. Esta cultura se caracterizó por el uso de herramientas de piedra tallada, las cuales eran más grandes y pesadas que las utilizadas por culturas anteriores, como el achelense.
Durante el período en que se desarrolló el abbevillense, la Tierra experimentó fluctuaciones climáticas significativas, conocidas como ciclos glaciales e interglaciales. Estos cambios climáticos influyeron en la distribución de las poblaciones humanas y en la fauna y flora, adaptándose a estos cambios a través del uso de herramientas cada vez más sofisticadas.
El abbevillense se caracterizó por la fabricación y uso de bifaces, herramientas bifaciales que poseían forma de lágrimas o de mano de hacha. Estas bifaces eran generalmente utilizadas para tareas específicas, como la caza, el procesamiento de alimentos y la construcción de refugios. También se han encontrado evidencias de que los abbevillienses desarrollaron métodos de caza cooperativa y uso del fuego, lo que denota un nivel de organización social más complejo.
Esta cultura es considerada como una de las primeras en Europa en desarrollar técnicas de tallado y producción de herramientas más especializadas, lo que sugiere una mayor capacidad cognitiva y la capacidad de planificar y anticipar las necesidades.
A pesar de su aparente simplicidad, la tecnología y la adaptación a los cambios en el entorno fueron factores clave para el éxito de los abbevillienses y su capacidad para sobrevivir durante miles de años. Su legado ha dejado un valioso testimonio de la capacidad humana para adaptarse y evolucionar en tiempos de cambios ambientales y climáticos drásticos.