s.f. Insecto, algunas de cuyas especies viven en colmenas y elaboran miel y cera. Algunas pueden vivir en solitario.
Las abejas son insectos voladores, poseen un aguijón que produce dolorosas picaduras.
Se alimentan del polen y néctar de las flores, además de contribuir a su polinización.
Etimología u origen de la palabra abeja: Abeja proviene del latín apicŭla, diminutivo de apis.
Segundo diccionario: abeja
f. Insecto himenóptero, de unos 15 mm de largo, de color pardo negruzco y con vello rojizo. Vive en colonias, cada una formada por una sola hembra fecunda, muchos machos y numerosísimas hembras estériles, produce la cera y la miel.
fig. Persona laboriosa y allegadora.
Astron. Mosca, constelación austral.
—albañila. Insecto himenóptero que vive apareado y hace para su morada agujeros horizontales en las tapias y en los terrenos duros. Ver: abeja albañila
—carpintera. Himenóptero parecido al abejorro, y de color negro morado; fabrica su panal en los troncos secos de los árboles, y de aquí su nombre. Es común en España, Ver: abeja carpintera
—machiega, maesa o maestra. Hembra fecunda de las abejas, única en cada colmena. Ver: abeja machiega
—neutra u obrera. Cada una de las estériles que producen la cera y la miel. Ver: abeja neutra u obrera
abeja y oveja, y parte de la igreja, desea a su hijo la vieja, ref. con que se da a entender que la carrera eclesiástica, el ganado lanar y los colmenares proporcionan comodidades y riquezas.
Muerta es la abeja que daba la miel y la cera. ref. con que se indica haber muerto la persona que atendía todas nuestras necesidades.2º artículo
Insecto himenóptero de la superfamilia de los apoideos, que comprende unas 13 familias. El tamaño de las abejas varía desde apenas 2 mm de longitud en ciertas especies tropicales hasta 30 mm en las de mayor talla. La abeja, que figura entre los insectos más útiles y activos, aparece distribuida por todo el mundo. Su nombre proviene del latín apicula, diminutivo de apis, abeja. Entre las numerosas características comunes a todas las especies, la principal consiste en su hábito de recoger de las plantas el néctar, polen y cera. Las abejas pueden ser sociables y vivir en colonias, como las productoras de miel y los abejorros, o bien solitarias, como muchas abejillas silvestres. Gran parte de ellas, aunque no todas, producen Miel y Cera, substancias que el hombre ha venido usando desde hace miles de años. Pero aún es más importante su condición de ser polinizadoras de las plantas. La mayor parte de las plantas cultivadas, con excepción de las gramíneas y algunas otras, dependen, en efecto, de este insecto para su Polinización y, por ende, para la producción de sus frutos y semillas.
En su aspecto exterior unas son lisas, otras muy peludas, ora de colores apagados, ora brillantes. En estado adulto, todas las especies son aladas. En ciertos grupos sociales se distinguen generalmente tres castas: la de las hembras con órganos de reproducción atrofiados, que actúan como obreras; la de las reinas, o hembras sexuadas, que ejercen el papel de madres de la colonia, y la de los machos sexuados, conocidos con el nombre de zánganos. Éstos son más pequeños que las reinas, carecen de aguijón y no sirven sino para fecundar a las reinas. En las abejas sociales, las piezas bucales de las obreras aparecen muy especializadas para recoger el néctar y amasar la cera. Las patas traseras, tanto de las obreras como de las reinas de las especies solitarias, se hallan adaptadas para recoger y llevar el néctar, la cera y el polen desde las plantas a la colmena. Las larvas son generalmente pálidas, en forma de C, ápodas, un tanto rugosas; poseen un tegumento fino y una cabeza bien desarrollada, aunque a menudo pequeña. Su alimento, al igual que el de los adultos, consiste principalmente en néctar y miel, polen, agua y una mezcla de miel y polen. Esta mezcla se almacena metódicamente en la colmena para el uso común de la colonia.
En una primera clasificación general, las abejas se dividen en dos grupos: sociales y solitarias. Las más conocidas son, sin duda, las primeras por figurar entre ellas las productoras de miel. Se conocen hasta nueve familias de abejas silvestres que polinizan flores, pero que, con excepción de los abejorros, no almacenan gran cantidad de alimentos para sus crías por ser de hábitos solitarios.
• Colétidos: esta familia pertenecen las abejas plumosas, en su mayor parte negras, peludas y muy semejantes a las productoras de miel. Miden de 6 a 15 mm de longitud y anidan, generalmente, en suelos arenosos o arcillosos. Los adultos son polinizadores importantes. Aunque distribuidas por todo el mun... Para seguir leyendo ver: Colétidos
• Prosópidos: e trata de abejas de cara amarilla, pequeñas y finas, de 3 a 8 mm de longitud y, en su mayoría, negras. Los machos presentan caras blancas o amarillas. Los miembros de esta familia se cuentan entre los más primitivos de los ápidos y carecen de órganos especiales para la recogida ... Para seguir leyendo ver: Prosópidos
• Halíctidos: sta es la familia de los apoideos autófilos. Poseen un cuerpo mediano o pequeño, de 5 a 16 mm de longitud, negro en la mayoría, moteado de amarillo o rojizo, a veces con iridiscencias metálicas azules, verdes, broncíneas o cobrizas. Los individuos de la familia se concentran a menudo en grandes... Para seguir leyendo ver: Halíctidos
• Andrénidos: esta familia pertenecen las abejas minadoras de trompa corta. Miden de 5 a 18 mm de longitud y, en general, son de aspecto metálicas, a veces negras, con motas amarillas, rojas o pardas. Los machos presentan con frecuencia cara amarilla y se asemejan un tanto a las productoras d... Para seguir leyendo ver: Andrénidos
• Antofóridos: os miembros de esta familia son grandes, fuertes y solitarios, de tamaño intermedio entre los abejorros y las abejas productoras de miel. Lucen colores muy variados: amarillento, gris, castaño o negro con iridiscencias azules, verdes, cobrizas o doradas. A menudo se cubren de den... Para seguir leyendo ver: Antofóridos
• Megaquílidos: on su tamaño entre mediano y grande, los miembros de esta familia cortadora de hojas se parecen algo a las productoras de la miel, de las que, sin embargo, se diferencian en que son comúnmente más robustas y oscuras. Presentan coloración variada (negra, metálica, azul, purpúrea o ... Para seguir leyendo ver: Megaquílidos
• Xilocópidos: bejas carpinteras que a causa de su tamaño y colorido pueden confundirse con sus próximos parientes los abejorros. Practican agujeros cilindricos en troncos de madera blanda u ocupan tallos huecos y secos de plantas medulosas. Aparecen muy extendidas por Europa, Australia, Asia y... Para seguir leyendo ver: Xilocópidos
• Ceratínidos: ertenecen a esta familia unas pequeñas abejas carpinteras, de 3 a 12 mm de longitud, poco velludas, de color obscuro con reflejos azules, purpúreos o verdes. Sus alas aparecen a menudo moteadas. Anidan en tallos huecos o medulosos. Aprovisionan de néctar-polen sus celdas, separadas entre s... Para seguir leyendo ver: Ceratínidos
Apoideos sociables
• Melipónidos: esta familia pertenecen las abejas sin aguijón, las abejas-mosquito y las abejas de la resina, todas muy afines de las productoras comunes de miel. Pequeñas por lo general, recogen polen, néctar y productos resinosos, que emplean para construir sus colmenas. Presentan coloración negr... Para seguir leyendo ver: Melipónidos
• Bómbidos: orman esta familia los abejorros y abejartones. Todos ellos, grandes e importantes, figuran entre los insectos más interesantes y sólo ceden en importancia a las abejas comunes como polinizadores,
recolectores de polen y productores de miel. Su larga trompa les permite polinizar muchas plantas... Para seguir leyendo ver: Bómbidos
• Ápidos: sta familia comprende las abejas domésticas del género apis, probablemente los animales domésticos más antiguos que se conocen. En estado adulto tienen el cuerpo robusto, elástico y resistente, según el tipo general de los himenópteros, pero con modificaciones y adaptaciones exigidas por su bio... Para seguir leyendo ver: Ápidos
Apicultura.
En las tumbas del antiguo Egipto, China y Persia se han encontrado pruebas de que en estos imperios se practicaba la apicultura. Se cree que a la sazón las abejas se encontraban en estado silvestre, que abandonaron paulatinamente para someterse a la férula del hombre. A raíz de la Alta Edad Media la miel llegó a convertirse en artículo alimenticio de gran importancia.
La cría de abejas se realiza en granjas, jardines y muchos otros lugares, incluso en los tejados de los rascacielos de las grandes ciudades. El lugar más indicado para la instalación de colmenas es la parte trasera de la casa, o mejor aún, de disponerse de huerta, algún rincón abrigado de la misma. Habrá
de evitarse que las personas, animales o vehículos puedan perturbar a las abejas u obstaculizar su vuelo hacia las plantas productoras de néctar. Para ello se procurará que las colmenas se encuentren alejadas de las carreteras, caminos o campos frecuentados por animales. Deberán protegerse además de los vientos dominantes, especialmente si soplan con intensidad. Por otra parte, el excesivo calor perjudica a las abejas, que deberán disfrutar de sombra en las horas más calurosas del día. En general, las paredes de la colmena habrán de ser lo bastante espesas para proteger a las abejas tanto del calor como del frío extremados. Se considera conveniente limitar a 100 el número de colmenas de un colmenar. En fin, la distancia entre dos colmenares debe ser, por lo menos, de 3 kilómetros.
Muchos apicultores han adoptado como modelo la colmena Langstroth, consistente en una caja de madera, provista en su interior de varios bastidores movibles colgados de la cara superior. El número de bastidores depende del volumen del enjambre que han de albergar y de las posibilidades de alimentación que ofrezca la zona. Generalmente bastarán diez bastidores, aunque muchos apicultores emplean colmenas de 15 y 18.
Para facilitar el almacenamiento de la miel sobrante se utiliza una caja sin fondo, o sobrecaja, de dimensiones convenientes, que, dotada de bastidores, se coloca en la parte alta de la colmena y se cubre con un techo adecuado. Esta caja ha de aislarse de la cámara de cría con una plancha de cinc perforada con agujeros suficientemente grandes para permitir el paso de las obreras y suficientemente pequeños para impedir que la reina pueda abandonar la cámara de cría.
- Cuidado de las abejas. Para extraer la miel, el apicultor levanta la supercaja llena y la sustituye por otra vacía. Una vez cortada la película que sirve de cobertura a las células, los panales pasan a la máquina extractora de la miel. Ésta consiste en un gran cilindro con enrejados de alambre, al que puede imprimirse rápido movimiento rotatorio, en virtud del cual la miel sale expulsada de los panales. Los panales vacíos se colocan otra vez en la colmena para que las abejas los llenen de nuevo. De este modo se ahorra a las abejas el trabajo de construir los panales y se consigue mayor producción de miel.
- Manipulación de las abejas. Para sacar la miel de la colmena y realizar otras manipulaciones necesarias habrá de procurarse molestar a las abejas lo menos posible. Como medida de prevención contra las picaduras se usarán prendas protectoras, como velos y guantes. Algunas bocanadas de un generador de humo, dirigidas hacia la entrada de la colmena en el momento de abrirla, serán suficientes para que las abejas se atiborren de miel y puedan manejarse sin gran peligro. El humo ataca las vías respiratorias de las abejas de tal suerte que éstas se preocupan más de defenderse que de atacar.
• Enjambrazón: a instalación de un nuevo enjambre o el traslado en masa de una colonia desde su vieja colmena a una nueva constituye un aspecto muy importante de la apicultura. Cuando un enjambre sale de la colmena, puede estacionarse en las ramas de un árbol o arbusto próximo, en cuyo caso bastará ... Para seguir leyendo ver: Enjambrazón
- Alimentación de las abejas. Una colmena debe almacenar de unos 25 a 30 kg de miel para el invierno. A la terminación del verano puede ocurrir que la reserva de miel sea insuficiente. En este caso, como quiera que las abejas no han de ser nunca molestadas durante los meses de invierno, puede aumentarse la cantidad de alimento con jarabe de azúcar o azúcar cande granulado.
- Enemigos y enfermedades de las abejas. Los piojos son enemigos corrientes de las abejas adultas, especialmente el piojo de la abeja, Braula coeca. También constituyen una grave amenaza para la colmena las mofetas, ratones y pájaros insectívoros. En el capítulo de enfermedades citaremos como más comunes la parálisis y la disentería, que atacan a las adultas, y varios tipos de infecciones que se ceban en las larvas. A este último respecto añadiremos que, mientras en Europa sólo resultan vulnerables las larvas de células abiertas, en América no se ven libres de infección las ocupantes de celdas clausuradas.
Usa la inteligencia artificial para resolver tus dudas
Preguntas de los visitantes
¿Cómo sería el mundo sin abejas?
Nombre: Francisco - Fecha: 19/01/2024
¡Hola! Estoy muy interesado en saber cuál sería el impacto en el mundo si las abejas desaparecieran. ¿Podrían darme información sobre cómo sería nuestro planeta sin la presencia de estos increíbles polinizadores? Muchas gracias.
Respuesta
El mundo sin abejas sería un lugar muy diferente al que conocemos.
Las abejas desempeñan un papel crucial en la polinización de plantas, lo que significa que sin ellas muchas especies de plantas no podrían reproducirse.
Esto tendría un impacto devastador en la cadena alimentaria, ya que muchas frutas, verduras y cultivos dependen de la polinización de las abejas para crecer.
Además, la desaparición de las abejas tendría consecuencias negativas para la biodiversidad y el equilibrio ecológico en general.
Por lo tanto, el mundo sin abejas sería un lugar con escasez de alimentos, menor diversidad de flora y fauna, y un ecosistema desequilibrado.