El término abogado del diablo se utiliza para describir a una persona que adopta una postura contraria a la opinión general, con el fin de fomentar el debate o resaltar aspectos que podrían pasarse por alto.
Esta figura, en su sentido figurado y familiar, actúa como un promotor de la fe, desafiando ideas establecidas para fortalecer argumentos.
Su función es esencial en discusiones donde se busca profundizar en los temas tratados.