El término abogador o abogadora se refiere a un muñidor, que es un criado de cofradía encargado de avisar a los hermanos sobre los actos y ejercicios a los que deben asistir.
Esta figura es fundamental en el contexto de las cofradías, ya que asegura la participación activa de sus miembros en las actividades religiosas y sociales, manteniendo así la tradición y el sentido de comunidad.