Los abonos fosfatados son fertilizantes que contienen fosfatos, esenciales para el crecimiento de las plantas.
Se obtienen de subproductos industriales, como las escorias de desfosforación, y de procesos como la fabricación de superfosfato de huesos.
Las principales regiones productoras son Africa del Norte y los Estados Unidos, donde se extraen fosfatos de alta y baja calidad, respectivamente, para satisfacer las necesidades agrícolas.
Se emplean también como fertilizantes las escorias de desfosforación o escorias Thomas, subproducto de la industria metalúrgica.
También existe el llamado superfosfato de huesos, en cuya fabricación intervienen éstos y algunas otras formas de fosfatos industriales que no hemos de detallar.
Las dos grandes zonas productoras de fosfatos en el mundo son África del Norte y los Estados Unidos de América. En África del Norte se explotaban yacimientos en Túnez y Argelia y a partir de 1921 se pusieron en explotación los del Protectorado francés en Marruecos, que son los que tienen mayor riqueza en ácido fosfórico. En Norteamérica, la zona más rica en yacimientos se encuentra en el Estado de Florida y abastece las necesidades de abono fosfatado principalmente de la próxima región algodonera que se extiende por las costas del Golfo de México y zonas limítrofes. El fosfato norteamericano es muy abundante, pero de baja calidad comparado con los norteafricanos. En la Unión Francesa se encuentra más de un tercio de los yacimientos fosfáticos del mundo.
En España existen yacimientos de fosfato en Jumilla, Cabo de Gata, Sierra de Espuña y, sobre todo, en la provincia de Cáceres, de los cuales los principales son el de Aldea Moret, próximo a la capital; el de Logrosán, que es. más rico, y otro más pobre en Valencia de Alcántara.
En el Marruecos español es posible que existan algunos yacimientos, prolongación de los importantes de la zona francesa. De las investigaciones realizadas recientemente en Río de Oro, Ifni y Cabo Juby parece deducirse que existen yacimientos, sin que sea fácil cifrar su importancia; las dificultades de explotación han de ser muy grandes en aquella zona desértica.
Para la fabricación de superfosfatos es necesario, además de los fosfatos naturales, el ácido sulfúrico, y las disponibilidades de éste en España pueden considerarse más que suficientes, pues nuestro país contiene quizá la mayor reserva mundial de pirita, que constituye la materia prima para la obtención de dicho ácido. Como consecuencia de ello se ha desarrollado una importante industria de superfosfatos con una capacidad de producción muy elevada, que ni aun en los años de máxima fabricación ha logrado saturarse.