Los abonos potásicos son fertilizantes esenciales que contienen sales potásicas, las cuales se encuentran en la naturaleza y pueden ser utilizadas directamente.
Sin embargo, suelen ser purificadas para facilitar su transporte.
Estas sales tienen un contenido de potasa anhidra que varía entre el 12% y el 25%, y mediante procesos de concentración, se puede obtener cloruro potásico con hasta un 62% de potasa.
Alemania fue pionera en la explotación de estos recursos, destacándose el yacimiento de Stassfurt.
Las sales potásicas se presentan en la Naturaleza en forma que permite su directa utilización sin transformaciones químicas, pero generalmente se emplean debidamente purificadas, de manera que disminuya el volumen que es necesario transportar. En la Naturaleza, la riqueza en potasa anhidra de las sales potásicas naturales está comprendida entre el 12 y el 25% y mediante concentración se logra obtener cloruro potásico hasta con el 62 % de potasa anhidra. Los fertilizantes potásicos se presentan en el comercio en forma de cloruro potásico y de sulfato potásico.
Cronológicamente el primer país del mundo en que se explotaba la potasa es Alemania, que tuvo en tiempos el monopolio de esta explotación y conserva supremacía; el principal yacimiento y el más antiguo es el de Stassfurt, en la Sajonia prusiana.
A principios de siglo se descubrieron los ricos yacimientos alsacianos situados en Mulhouse y que son propiedad, en su mayor parte, del Estado francés.
El tercer país en importancia actual, en lo que se refiere a producción de potasa, es España, de cuyos yacimientos nos vamos a ocupar más adelante.
Existen yacimientos en los Estados Unidos y en Rusia en donde parece que las reservas son muy extensas. Existen también explotaciones de potasa en Israel, cerca del Mar Muerto, y en Polonia.
La potasa se encuentra en España en una zona que se extiende ampliamente en Cataluña, al N del Ebro, y se prolonga por las estribaciones pirenaicas hasta Navarra y Burgos. Las reservas existentes son abundantísimas, de modo que podemos pensar que por tiempo ilimitado se dispondrá de toda la potasa necesaria.
Los cuatro núcleos actuales de explotación se encuentran en la provincia de Barcelona, y son: el de Suria, descubierto en 1912 (fue iniciada su explotación en 1925); Cardona, donde se conocían desde muy antiguo los yacimientos de sal gema; Sallent, explotado desde 1932, y el más reciente de Balsareny.