La absorción biológica es un proceso esencial que permite a los seres vivos obtener los nutrientes y el agua necesarios para su supervivencia.
Este fenómeno se basa en principios físicos como la difuión y la osmosis, pero también involucra mecanismos autorreguladores que ajustan la cantidad absorbida según las necesidades del organismo.
En las plantas, las raíces y hojas son fundamentales para este proceso, asegurando que cada especie obtenga lo que requiere para crecer y desarrollarse adecuadamente.
La absorción es la razón fundamental de muchas funciones vitales de plantas y animales. Está regida por las mismas leyes físicas citadas anteriormente, aunque en los fenómenos biológicos hay otros procesos, como ia Difusión y la Osmosis, que influyen en la absorción o coinciden con ella. El término «absorción activa» se utiliza frecuentemente para designar la absorción regulada por otros procesos vitales al mismo tiempo que por leyes físicas.
Todos los seres vivos poseen mecanismos autorreguladores, los cuales controlan la operación de absorción de acuerdo con las necesidades del organismo. Así, las plantas pueden absorber poca o mucha agua, según sus necesidades, y el intestino humano limita selectivamente la cantidad de hierro absorbida de los alimentos, según el contenido actual del cuerpo en este elemento.
En el caso de las plantas, las raíces y las hojas sirven como órganos para la absorción. Las primeras absorben agua y substancias nutritivas del suelo, y las últimas, oxígeno y anhídrido carbónico de la atmósfera.
Las raíces y sus elementos especiales para la absorción, los pelos radicales, son capaces de absorber las substancias nutritivas solamente en solución, y así el nitrógeno, hierro, fósforo, azufre, potasio, magnesio, manganeso, boro, calcio y otras substancias entran en la raíz de la planta como solutos. Los gases atmosféricos se absorben a través de elementos especiales de las hojas, los estomas; las hojas también absorben cierta humedad de la atmósfera, no menos que la luz del Sol, que proporciona la energía necesaria para la Fotosíntesis.
En los animales la absorción está íntimamente ligada con la mayor parte de las funciones vitales. En algunas clases de animales, como los anfibios, que literalmente respiran a través de la piel, el oxígeno se inspira por un proceso de absorción. En los animales superiores, como el hombre, la absorción es el proceso por el que las partículas de alimento digeridas pasan del intestino al torrente circulatorio. Para que las substancias nutritivas puedan absorberse, deben romperse en unidades estructurales más sencillas, tales como aminoácidos, ácidos grasos y gliceroles y azúcares sencillos, que se absorben directamente o en solución.
La absorción intestinal puede ser el resultado directo de ciertas otras leyes fisicoquímicas que actúan al mismo tiempo o estar simplemente influenciada por ellas. La presión hidrostática, las diferencias en la presión de difusión, la presión osmótica, las fuerzas eléctricas que actúan en las soluciones a uno y otro lado de la membrana intestinal, todo ello parece tener su influencia. La absorción también interviene en el intercambio de gases y de substancias nutritivas entre la sangre y las células individuales y desempeña un papel vital en las funciones del riñón. Véase Plantas, Tejidos y órganos de las.