tr. Poner bozal a un perro, caballerías u otros animales.
La acción de abozalar consiste en colocar un bozal en perros, caballerías u otros animales con el objetivo de restringir su capacidad de morder o masticar. Este dispositivo se utiliza como medida de seguridad y control, especialmente en casos donde se requiere manejar animales agresivos o potencialmente peligrosos.
El bozal es una estructura que se ajusta alrededor de la boca del animal, asegurándose de que no pueda abrir completamente la mandíbula ni morder con fuerza. Suele estar fabricado con materiales resistentes, como cuero o plástico, y cuenta con inserciones acolchadas o protecciones para evitar lastimar al animal.
Existen diferentes tipos de bozales, adaptados a las diferentes especies y tamaños de animales. Por ejemplo, los bozales para perros pueden ser de cesta o de cinturón. Los de cesta permiten al animal abrir la boca y jadear, pero evitan que pueda morder, mientras que los de cinturón inmovilizan total o parcialmente la mandíbula del perro.
La utilización del bozal en ciertos animales puede ser obligatoria en determinadas circunstancias, como en algunos países donde la legislación exige su uso en perros considerados potencialmente peligrosos. También se puede emplear en situaciones temporales, como visitas al veterinario, transporte público o situaciones de alta tensión donde se espera una reacción agresiva del animal.
Es importante destacar que el uso del bozal debe ser realizado de manera adecuada y responsable. Un bozal mal ajustado o incómodo puede generar estrés o malestar en el animal, por lo que se recomienda buscar asesoramiento profesional para garantizar su correcta utilización.