El término acantófago proviene del griego y se refiere a un tipo de animal que se alimenta de cardos, plantas con espinas.
Su etimología se descompone en las palabras griegas que significan espina y comer, lo que refleja su dieta especializada.
Este adjetivo se utiliza principalmente en el ámbito de la zoología para describir a aquellos seres que han desarrollado esta peculiar costumbre alimenticia.