El término acaramelar se refiere principalmente a la acción de bañar algo con caramelo, dándole un toque dulce y atractivo.
Además, en su forma pronominal, implica una actitud de galantería y dulzura en el comportamiento, mostrando un carácter melifluo que puede resultar encantador.
Así, acaramelar evoca tanto la delicia de un postre como la sutileza de un trato amable y seductor.