El aceite secante es un tipo de aceite que, al entrar en contacto con el aire, se seca rápidamente.
Este fenómeno se debe a su composición química, que permite una rápida oxidación.
Un ejemplo común es el aceite de linaza cocido con litargirio, utilizado frecuentemente en la pintura para mejorar la adherencia y el acabado de las obras.
Su capacidad para secar velozmente lo hace esencial en diversas aplicaciones artísticas y técnicas.