El acero damasquino es un tipo de metal famoso por su distintiva apariencia listada u ondulada, resultado de la forja de varias piezas de metal caliente.
Su origen se remonta a la ciudad de Damasco, donde los armeros perfeccionaron esta técnica desde la antigüedad.
Este acero no solo se utilizó para fabricar armas, sino que también se aplicó en la creación de cañones, valorados por sus elegantes diseños en espiral.
Tipo de acero que se distingue por su apariencia listada u ondulada producida al forjar conjuntamente varias piezas de metal caliente, probablemente acero al crisol importado de la India (v. Procedimiento al crisol). El nombre deriva de la ciudad de Damasco, cuyos armeros utilizaron este procedimiento desde la antigüedad hasta el saqueo de la ciudad por Tamerlán (1400). El trabajo de aquéllos, muy superior al de otros forjadores, tenía gran demanda.
Posteriormente se fabricaron cañones de escopetas retorciendo en espiral barras de acero calentadas (o barras de hierro y acero alternativamente) en torno a una varilla y martillándolas hasta soldarlas y formar un tubo. Retirábase entonces la varilla y el tubo recibía un acabado interior y exterior. Con el nombre de cañones de acero damasquino fueron muy estimados por sus delicados dibujos en espiral sobre el pulido exterior.
A veces se denomina erróneamente damasquinados a los artículos de acero damasquino, mas el damasquinado es un arte puramente decorativo que consiste en embutir en un metal hilos finísimos de otro metal, generalmente oro o plata. Véase Incrustación.