Los acetatos son compuestos que se derivan del ácido acético, caracterizándose por contener el radical acetato (CH3—COO-).
Estos pueden clasificarse como sales del ácido o como ésteres, aunque no siempre presentan las propiedades típicas de las sales metálicas.
Los acetatos tienen diversas aplicaciones, como el acetato amónico en la conservación de alimentos y el acetato de etilo como disolvente en la industria textil y perfumería.
Son las sales del ácido acético, en las que existe el radical acetato (CH3—COO-). También se llaman acetatos orgánicos a los ésteres del mismo ácido, aunque no tengan las características que diferencian a las sales metálicas. A este grupo pertenecen compuestos muy importantes. El acetato amónico es un preservador de alimentos, el acetato cálcico se emplea en el teñido y el curtido, y el acetato de plomo en la industria textil. De los ésteres, el de butilo se usa en la fabricación del cuero, plásticos, vidrio de seguridad y películas fotográficas, mientras que el acetato de etilo se emplea como disolvente de barnices y lacas, así como también en la industria textil y en la perfumería.