Las acetinas son una familia de compuestos orgánicos que se obtienen al calentar glicerol con un ácido orgánico.
La más reconocida es la monoacetina, que resulta de la combinación de glicerol y ácido acético.
Este líquido incoloro es soluble en agua, alcohol y éter, y tiene aplicaciones importantes, como la gelatinización de la pólvora sin humo y la dinamita, además de servir como disolvente para colorantes.
Con este nombre se conoce una familia de compuestos orgánicos producidos calentando glicerol y un ácido orgánico. La más conocida, monoacetina, se forma al calentar glicerol y ácido acético, y es un líquido incoloro, soluble en agua, alcohol y éter. Se emplea para gelatinizar la pólvora sin humo y la dinamita y como disolvente para colorantes.