El término achangar se utiliza en el ámbito familiar de Andalucía para referirse a la acción de aplastar, estrujar o apabullar.
Esta palabra evoca una sensación de presión o de ser sometido a una fuerza que puede resultar abrumadora.
Su uso refleja una forma coloquial y regional de expresar situaciones donde algo o alguien se siente compactado o dominado, destacando la riqueza del lenguaje andaluz.