Aconcio es un joven de la isla de Ceos en la mitología griega, conocido por su amor por la ninfa Cídipe.
Tras intentar de diversas maneras conquistarla sin éxito, Aconcio ideó un plan ingenioso que finalmente le permitió casarse con ella.
Esta historia de amor ha sido relatada por Calímaco y también es tema de dos Heroidas de Ovidio.
Durante un festival en Delos, Aconcio logró comprometer a Cídipe mediante un astuto juramento escrito en una manzana, lo que desencadenó una serie de eventos marcados por el destino y la intervención divina.
Biografía de Aconcio
En la mitología griega, hermoso joven de la isla de Ceos, amante de la ninfa Cídipe con quien se casó al haber empleado un singular artificio tras haber intentando ruegos, promesas y otros medios sin éxito.
Aconcio es el héroe de una historia de amor contada por Calímaco en un poema del que sólo se conservan fragmentos, y que constituye el tema de dos de las Heroidas de Ovidio.
Durante el festival de Artemisa en Delos, Aconcio vio a Cídipe, una doncella ateniense bien nacida de la que estaba enamorado, sentada en el templo de Artemisa. Escribió en una manzana las palabras: "Juro por Artemisa que me casaré con Aconcio", y la arrojó a sus pies. Ella la recogió y leyó mecánicamente las palabras en voz alta, lo que equivalía a un compromiso solemne de cumplirlas. Sin saberlo, trató a Aconcio con desprecio; pero, aunque fue prometida más de una vez, siempre cayó enferma antes de que se celebrara la boda. El oráculo de Delfos declaró finalmente que la causa de sus enfermedades era la ira de la diosa ofendida, por lo que su padre consintió en su matrimonio con Aconcio.
De este episodio nació el proverbio Aconcio y Cídipe para hacer referencia a la eficacia de una estrategia bien definida en circunstancias análogas.
Cídipe con la manzana de Aconcio, de Paulus Bor, Rijksmuseum. CC
Etimología u origen de la palabra Aconcio: del griego antiguo Ἀκόντιος.