El término acrescente se utiliza en el ámbito de la botánica para describir un fenómeno particular.
Se refiere a aquellas partes de la planta, como el cáliz o la corola, que continúan su crecimiento incluso después de que la flor ha sido fecundada.
Este proceso es interesante porque muestra cómo ciertas estructuras de las plantas pueden seguir desarrollándose, lo que puede influir en su reproducción y en la formación de frutos.