Los rayos actínicos son formas de energía radiante que tienen la capacidad de generar cambios químicos, destacando la radiación ultravioleta invisible y las porciones azul y violeta del espectro visible.
Estos rayos, provenientes del Sol o de lámparas de rayos ultravioleta, pueden tener efectos tanto perjudiciales como beneficiosos.
Además, otras radiaciones del espectro visible también pueden influir en procesos como la fotosíntesis o en emulsiones fotográficas, siendo activas aquellas con longitudes de onda entre los 2000 y los 8000 A.
Fís. Término que se aplica en general a cualquier forma de la energía radiante capaz de provocar transformaciones químicas (ver: Fotoquímica), pero más especialmente a la Radiación ultravioleta invisible y a las porciones azul y violeta del Espectro visible.
La exposición a esta clase de rayos, procedentes del Sol o de las lámparas de rayos ultravioleta, puede producir efectos perjudiciales o beneficiosos, según los casos. Véase Baño de sol; Eritema solar; Rayos Ultravioleta.
Sin embargo, las radiaciones de otras partes del espectro visible pueden también actuar sobre las emulsiones fotográficas o suministrar la energía necesaria para la Fotosíntesis. De hecho, son fotoquímicamente activas todas las radiaciones cuya longitud de onda está comprendida entre los 2000 y los 8000 A.