El término acúbito se refiere a un tipo de sofá que era común en la antigua Roma, diseñado para que las personas se recostaran mientras disfrutaban de sus comidas.
Este mueble no solo cumplía una función práctica, sino que también era un símbolo de comodidad y estilo en las banquetes romanos.
Su diseño permitía a los comensales relajarse y socializar, reflejando así la importancia de la convivialidad en la cultura romana.