El acunamiento se refiere a la acción de mecer o balancear suavemente a alguien, especialmente a un bebé, con el fin de brindarle comodidad y tranquilidad.
Es importante diferenciarlo de "acuñamiento", ya que son términos distintos.
Este gesto suele ser reconfortante para los más pequeños, ya que les recuerda la sensación de seguridad que experimentaban en el vientre materno.
Por ejemplo, muchos bebés disfrutan del acunamiento al ser mecidos en brazos o en una cuna.