Ad hóminem es una expresión latina utilizada en Lógica para referirse a un tipo de argumento que se basa en las opiniones o acciones de la misma persona a la que se está argumentando.
En lugar de debatir el tema en cuestión, se busca desacreditar al oponente atacando aspectos personales como su reputación o apariencia.
Este enfoque busca invalidar los argumentos del oponente sin recurrir a hechos o razones, centrándose en descalificar al individuo en lugar de rebatir sus ideas.
Expresión de origen latino que se emplea en Lógica para designar el argumento fundado en las opiniones o actos de la misma persona a quien se arguye.
En otras palabras, es un tipo de argumento que se dirige no al tema en cuestión, sino a la persona que lo defiende.
En este tipo de argumentación, se busca desacreditar al oponente atacando sus características personales, su reputación, su apariencia, etc., en lugar de refutar sus argumentos con hechos y razones.
Es un tipo de falacia o razonamiento incorrecto, ya que no refuta el argumento en sí mismo, sino que se centra en la persona que lo emite.
Etimología u origen de la palabra ad hóminem: del latín, literalmente, "al hombre".