El término adscripto y su forma femenina adscripta provienen del verbo adscribir, que significa asignar o vincular algo a una persona o entidad.
En su uso, se refiere a alguien que ha sido asignado o incorporado a un grupo, institución o actividad específica.
Esta palabra se utiliza comúnmente en contextos académicos y laborales para indicar la pertenencia o el compromiso de un individuo con una determinada función o responsabilidad.