La arquitectura es el arte y técnica de proyectar y construir edificaciones.
En este contexto, el aeróstilo se refiere a una estructura arquitectónica que consiste en una columnata con intercolumnios de siete módulos.
En la antigüedad, los templos solían tener pórticos con esta característica para brindar un espacio de esparcimiento a la comunidad y realzar la magnificencia de los edificios.
m. El aeróstilo es una columnata cuyos intercolumnios (distancia entre columnas) son por lo común de siete módulos.
En otras palabras, aeróstilas son las con columnas cuya altura es ocho veces su diámetro, e intercolumnio mayor a tres veces el diámetro de las columnas.
En el pasado, era común que los antiguos construyeran pórticos en sus templos para el disfrute del pueblo, proporcionándoles un lugar para pasear y entretenerse fuera de la sala de sacrificios. Esto también se hacía para darle mayor majestuosidad y grandeza a los edificios.
El vocabulario de la columna era tan variado que permitía diferentes clasificaciones para los templos. Dependiendo del número de columnas en el frente, el templo podía ser tetrástilo, hexástilo, octástilo o decástilo.
Según la proporción del espacio entre columnas, se hablaba del templo picnóstilo, donde la altura de la columna era diez veces su diámetro y el ancho del espacio entre columnas era 1,5 veces su diámetro.
Luego estaba el templo sístilo, con una altura de columna de 9,5 veces su diámetro y un espacio entre columnas de 2 veces su diámetro.
El templo éustilo tenía una altura de columna de 8,5 veces su diámetro y un espacio entre columnas de 2,25 veces su diámetro.
El templo diástilo tenía una altura de columna de 8,5 veces su diámetro y un espacio entre columnas de 3 veces su diámetro.
Por último, el templo areóstilo tenía columnas con una altura de 8 veces su diámetro y un espacio entre columnas mayor a 3 veces su diámetro.
Variaciones del templo griego según la proporción del intercolumnio¹
Según Vitruvio, los espacios entre columnas podían tener cinco tamaños diferentes, lo que resultaba en cinco tipos de templos²:
- picnóstilo, con columnas densamente distribuidas;
- sístilo, con columnas más espaciadas;
- diástilo, con columnas aún más distantes;
- aeróstilo, con columnas excesivamente separadas;
- éustilo, con intervalos justos y razonables.
Se considera que las cuatro primeras formas son defectuosas.
Las dos primeras (picnóstilo, sístilo) son estrechas y pequeñas, lo que dificulta el paso de dos personas juntas y no permite ver las puertas y sus adornos desde lejos. Además, dificultan caminar alrededor del templo debido a la estrechez de los espacios. Aunque estas dos formas son aceptables cuando las columnas son grandes, como se ve en la mayoría de los templos antiguos.
La tercera forma (diástilo) tiene intercolumnios demasiado anchos, lo que hace que los arquitrabes se rompan. Sin embargo, este defecto se puede solucionar colocando arcos rebajados sobre el arquitrabe para soportar el peso.
La cuarta forma (aeróstilo), aunque no tiene el defecto anterior porque no utiliza arquitrabes de piedra o mármol, sino maderos, se considera defectuosa por ser baja, ancha y tosca, y se asocia con el orden toscano.
Por lo tanto, la forma más bonita y elegante de templos es la llamada éustilo, que tiene intercolumnios de dos diámetros y un cuarto de columna, lo cual es muy útil, hermoso y resistente.