El término áfido se refiere a un insecto homóptero perteneciente a la familia de los afídidos, comúnmente conocido como pulgón.
Estos pequeños insectos, que miden entre 0,5 y 2,5 mm, son parásitos de diversas plantas, causando daños significativos al alimentarse de su savia mediante una larga trompa.
Su cuerpo blando, generalmente de color verde, está equipado con patas largas y antenas que contienen órganos sensoriales cruciales para su clasificación.
Insecto homóptero de la familia de los afídidos, comúnmente conocido con el nombre de pulgón de las plantas, en las que causa grandes daños por vivir parásito sobre casi todas ellas. Se alimenta de la savia que succiona tras introducir en el tejido vegetal su larga y afilada trompa o probóscide.
Su tamaño es reducido, ya que apenas mide de 0,5 a 2,5 mm. Posee un cuerpo blando, de ordinario verde, dotado de tres pares de largas y delicadas patas y un par de finas antenas, en que se encuentran de tres a seis segmentos. En los segmentos terminales residen diminutos órganos sensoriales, variables en su forma, número ydistribución según los segmentos dentro de la antena y según las especies dentro de la familia. Estos órganos tienen gran importancia a efectos de clasificación. Muchas especies poseen dos tubitos dorsales en el sexto segmento abdominal, los cornículos, conocidos incorrectamente con el nombre de tubos melíferos a causa de la creencia errónea de que por ellos segregan los jugos melosos que producen. En realidad, éstos encuentran su salida por el extremo posterior del tubo digestivo, en tanto que los tubos se limitan a segregar substancias céreas.
A veces es tal la cantidad de miel que producen estos insectos que las hojas y ramillas de que se alimentan relucen bajo sus efectos. A ella acuden golosamente hormigas, abejas y avispas. Ahora bien, mientras las abejas y avispas se limitan a aprovecharla cuando la encuentran en su camino, las hormigas hacen de ella verdadera recolección y algunas hasta llegan a formar sociedad mutuamente beneficiosa con sus productoras. Así, las hormigas del género Cremastogaster construyen sobre los centenares de áfidos que con frecuencia se congregan en una rama una especie de cobertizo de un material parecido al papel. Los pulgones se sienten protegidos por el cobertizo del tiempo adverso y por las laboriosas hormigas de sus enemigos naturales, como las larvas y adultos de la cochinilla (Coccinélidos) y las larvas de ciertos insectos pertenecientes al orden de los neurópteros, familia de los crisópidos. A cambio de tales beneficios las hormigas se alimentan del jugo azucarado excretado por sus protegidos, que en la sociedad hormigueril desempeñan el oficio de «vacas abastecedoras».
Un ejemplo aún más complejo de esta cooperación puede verse entre los pulgones de la raíz del maíz (Anuraphis maidi-radicis) y la hormiga de los campos de maíz (Lasius amencanus). Estos áfidos constituyen plagas muy nocivas para el maíz y a veces destruyen campos enteros en las regiones de gran producción.
Los depredadores dependen aquí grandemente de las hormigas, que en el invierno acarrean los huevos de los áfidos a sus hormigueros, donde cuidan de ellos, y en primavera trasladan a los pulgones las raíces de las hierbas, cuyo jugo empiezan a chupar los áfidos. En cuanto el maíz ha germinado y echado raíces, las hormigas obreras vuelven a trasladar a sus protegidos hasta las raíces del maíz, donde los áfidos encuentran en adelante su alimento. Las hormigas, a su vez, se alimentan de la excreción azucarada de los áfidos, substancia altamente sacarina extraída de la savia del maíz. De esta manera, el «rebaño de áfidos», las hormigas y el hombre se hallan empeñados en una batalla de gran importancia agrícola.
- Ciclo vital de los áfidos. El ciclo vital de los pulgones resulta complejo e implica un tipo de desarrollo conocido con el nombre de heterogamia, en el que una generación sexual alterna con una serie de generaciones asexuales. El ciclo vital varía grandemente según las diferentes especies y aun dentro de la misma especie según las distintas condiciones del ambiente. Veamos, por ejemplo, lo que ocurre en las regiones templadas del norte, donde el invierno viene a interrumpir su ciclo: de los huevos guardados en el invierno nace en primavera una primera generación de hembras llamadas «madres». La madre, o fundatrix, es ovovivípara, es decir, produce huevos que se incuban en su mismo cuerpo de manera que sus crías nacen en una fase adelantada de desarrollo. La madre es asimismo partenogenética, es decir, produce óvulos que se desarrollan sin previa fecundación por parte del macho. En fin, suele ser áptera, aunque en algunas especies va equipada con un par de finas alas membranosas.
Los áfidos de la segunda generación son siempre hembras ápteras. Estas, a su vez, reproducen partenogenéticamente su propia especie durante un número variable de generaciones, en que una generación de hembras partenogenéticas da lugar a otra generación de la misma clase. Las madres y estas hembras ápteras partenogenéticas viven conjuntamente en una planta determinada conocida con el nombre de planta huésped primaria. Con el tiempo, esta planta nutricia se ve atestada de áfidos y, en la reproducción partenogenética, surge una generación alada.
Estas hembras aladas, conocidas como emigrantes, vuelan a otra planta específica denominada planta huésped secundaria. En ella las emigrantes generan partenogenéticamente numerosas hembras ápteras.
Éstas, a su vez, producen un número variable de generaciones de hembras partenogenéticas ápteras hasta que la planta huésped secundaria resulta también superpoblada. Entonces se produce una generación de hembras aladas que retoma a la planta huésped primaria. Al llegar el otoño, las hembras aladas producen ovovivíparamente una generación sexual de machos y hembras. Ambas formas sexuales se aparean y cada hembra fecundada produce unos cuatro huevos, que, depositados en la planta huésped primaria, pasarán en ella el invierno para dar origen, en la primavera, al nacimiento de «madres».
Como antes hemos indicado, existe un número casi infinito de variaciones dentro de este ciclo vital. Muchos áfidos comunes y destructores, como los pulgones del algodón, el melocotonero verde y la patata, no requieren plantas huéspedes específicas. En algunas regiones de California, los pulgones de la manzana se reproducen partenogenéticamente durante todo el año, cuidando de instalarse en plantas vivaces durante el invierno. En las regiones cálidas subtropicales y tropicales abundan los áfidos, que no producen, al parecer, generación sexual u ovípara, por lo que sus especies aparecen representadas por hembras partenogenéticas ovivíparas. Ejemplos de este tipo son el áfido de la rosa y el de la col.
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Preguntas de los visitantes
¿Cuánto tiempo toma a un virus transmitirse a un áfido?
Nombre: Daniela - Fecha: 30/12/2023
¡Hola! ¿Podrían proporcionarme información sobre el tiempo que tarda un virus en transmitirse a un áfido? Me interesa conocer este proceso. ¡Gracias!
Respuesta
El tiempo que toma a un virus transmitirse a un áfido puede variar dependiendo del tipo de virus, las condiciones ambientales y la capacidad de transmisión del virus en cuestión.
Algunos virus pueden transmitirse rápidamente a través del contacto directo entre áfidos infectados y sanos, mientras que otros pueden requerir un período de incubación antes de que el áfido infectado pueda transmitir el virus a otros individuos.
Es importante consultar fuentes especializadas en virología y entomología para obtener información específica sobre la transmisión de virus a áfidos.