El término afumado o afumada proviene del participio pasado de afumar, que se refiere al proceso de exponer algo al humo.
En un contexto más antiguo, se utilizaba para describir una casa o lugar habitado, aunque esta acepción ha caído en desuso.
Hoy en día, el término se asocia principalmente con el sabor y aroma que se obtienen al ahumar alimentos, destacando su carácter distintivo en la gastronomía.