La palabra agarrama se refiere a una contribución específica que los mahometanos deben pagar a sus príncipes.
Este término, que también se conoce como garrama, refleja un aspecto de la relación entre los gobernantes y sus súbditos en contextos históricos y culturales particulares.
La agarrama es, por tanto, un concepto que ilustra las obligaciones financieras dentro de ciertas comunidades.