El término agramilar se refiere a la acción de cortar y raspar ladrillos con el fin de igualarlos en tamaño y forma.
Esta práctica es fundamental en la construcción, ya que asegura una mejor unión y acabado en las estructuras.
Además, en el ámbito de la pintura, agramilar implica representar hiladas de ladrillos en una pared, aportando un efecto visual que simula la textura y el diseño de estos materiales.