La agricultura en Canadá es un pilar fundamental de su economía, generando cientos de miles de empleos y abasteciendo a diversas industrias alimentarias.
Entre los cultivos más destacados se encuentran la colza, el ganado vacuno, las hortalizas y las aves de corral.
Las exportaciones agrícolas canadienses, que incluyen productos como carne y jarabe de arce, superan los 60.000 millones de dólares.
A pesar de que solo un pequeño porcentaje del suelo canadiense se destina a la agricultura, esta actividad sigue siendo vital para el país, aunque ha experimentado una disminución en el número de trabajadores debido a la mecanización.
Agricultura de Canadá: cultivos
La agricultura es un sector importante de la economía de Canadá. En 2018, había 269.000 puestos de trabajo en la agricultura. Los agricultores, a su vez, abastecen a las industrias de producción y procesamiento de alimentos, que son mucho más grandes.
Entre los principales productos agrícolas de Canadá están la colza, el ganado vacuno y los terneros, las hortalizas y las aves de corral. Las empresas canadienses exportan cultivos, carne, jarabe de arce y muchos otros productos. Canadá es uno de los principales exportadores de productos agrícolas del mundo. Estas exportaciones tuvieron un valor de más de 60.000 millones de dólares en 2016.
Aunque sólo el 4% (año 1970) al 7% (año 2020) del suelo de Canadá es terreno cultivado, la agricultura es una importantísima ocupación económica del país. Durante el siglo XX el número de trabajadores agrícolas ha declinado, debido en gran parte a la intensa mecanización de la agricultura, y a pesar de que han aumentado las superficies cultivadas. Las granjas canadienses proporcionan grandes excedentes alimenticios, compuestos principalmente de ganado y cereales.
La mayor parte de los cultivos se localizan en la zona meridional, cerca de los Grandes Lagos y el río San Lorenzo, donde las condiciones climáticas y el mantillo vegetal son más favorables. Las Provincias Marítimas disponen de cultivos mucho menos extensos. Saskatchewan es la provincia con mayor extensión dedicada a la agricultura, seguida de Alberta, Ontario, Manitoba y Quebec.
Por su conjunto, las provincias de La Pradera constituyen la región agrícola más extensa y las condiciones favorecen el cultivo de cereales, producidos en enormes cantidades mediante medios muy mecanizados; en cambio, la escasez de lluvias es un inconveniente grave, que impide cultivar las tierras todos los años. A los cereales les siguen en importancia, dentro de La Pradera, las plantas oleaginosas. En los terrenos de regadío de Alberta y Saskatchewan se cultiva la remolacha azucarera y las plantas forrajeras.
La zona de los Grandes Lagos y el San Lorenzo destaca por su producción de heno, cereales, lino, semillas oleaginosas, remolacha azucarera, tabaco y flores de invernadero, además del arce azucarero, del que se extrae la savia en determinadas zonas.
Los cultivos de la Columbia Británica se limitan a los valles, que presentan cosechas variadas, con puesto muy importante para las frutas, cultivadas gracias a la humedad suficiente y temperatura adecuada en los valles de la isla de Vancouver y de la costa, y merced al riego en los valles interiores, antes muy áridos y hoy verdaderos vergeles gracias al agua de los regadíos. Las Provincias Marítimas, de clima relativamente suave, cultivan tubérculos, forrajes, frutas, hortalizas y algunos cereales.
La producción de trigo del Canadá es importantísima. Éste procede en su mayor parte de las provincias centrales (Manitoba, Saskatchewan y Alberta), donde se encuentran reunidas grandes extensiones llanas, fértiles y de fácil mecanización de cultivo, enormes elevadores para la conservación del trigo, bolsas de grano, mercados organizados y puertos de salida por los Grandes Lagos (Port Arthur y Fort Williams). Winnipeg es uno de los mayores centros trigueros del mundo.
Además del trigo, Canadá obtiene gran cantidad de otros cereales: avena; cebada; maíz; centeno y cantidades mucho menores de trigo sarraceno; únicamente el arroz, entre los cereales, no se cultiva en Canadá.
Las provincias atlánticas se dedican con preferencia a pequeños cultivos de carácter intensivo, entre los que destaca la semilla de lino; remolacha azucarera; tabaco; cultivos forrajeros y frutas muy variadas (manzanas, peras, melocotones, uvas, etc.). La zona frutícola más importante es la llamada Península de Niágara (Ontario), pero también las Provincias Marítimas y la Columbia Británica tienen gran interés en este sentido. Se cultiva también, al amparo de la masa lacustre que templa las temperaturas, la vid, parte de cuya producción se dedica a la vinificación.
Entre las plantas oleaginosas tienen interés el lino, la colza, el girasol y la soja. No es menos importante el cultivo de hortalizas y verduras, forrajes (heno, sobre todo), semillas, flores, etcétera.
La agricultura en Canadá es variada y sigue cambiando. La mayor parte sigue siendo la producción tradicional de animales y cultivos para la alimentación. Sin embargo, Canadá tiene ahora una cantidad considerable de acuicultura. (La acuicultura es el cultivo de peces y otras especies que viven en el agua). Otro tipo de agricultura es el llamado cultivo protegido. Se trata del cultivo de alimentos, flores, setas y cannabis en invernaderos o almacenes. Algunos agricultores también crían animales para la obtención de pieles o cultivan para diversos usos (por ejemplo, fibra para materiales de construcción compuestos). Parte de la producción alimentaria canadiense es ecológica. Esto significa que el ganado y los cultivos se producen en condiciones auditadas (por ejemplo, en relación con el uso de productos de protección de cultivos o el acceso del ganado al exterior).
El gobierno federal y los gobiernos provinciales de Canadá proporcionan financiación a muchas industrias, incluida la agricultura. El marco de financiación actual para la agricultura se denomina Asociación Agrícola Canadiense. Los fondos gubernamentales apoyan la investigación, la exportación y el comercio agrícolas. También ayudan a los agricultores a utilizar nuevas prácticas y tecnologías. Estos avances pueden reducir el impacto medioambiental y aumentar la eficiencia. Otras funciones que desempeñan los gobiernos son el establecimiento de normativas y la supervisión de la seguridad e inspección de los alimentos.
Tierras de cultivo y granjas
Sólo una pequeña parte (7%) de la superficie de Canadá es apta para la agricultura. La mayor parte de estas tierras se encuentran en el oeste de Canadá. Sin embargo, las tierras marginales (pobres) pueden utilizarse para criar ganado vacuno. Las explotaciones varían según la topografía, el tipo de suelo y la ubicación (latitud).
El tamaño de la granja canadiense media ha aumentado con el tiempo. Al mismo tiempo, el número de granjas canadienses ha disminuido a medida que los agricultores y las empresas amplían su negocio comprando otras granjas. El censo de 2016 contabilizó 193.492 explotaciones agrícolas en Canadá. La granja canadiense media tiene unos 800 acres (algo más de 3 km2). Algunas granjas de cultivo en el oeste de Canadá cubren miles de acres.
Protección de cultivos
Para maximizar el rendimiento de los cultivos en el campo, los agricultores aplican estiércol y/o fertilizantes y productos de protección de cultivos. Estos productos incluyen herbicidas (para las malas hierbas), pesticidas (para los insectos) y fungicidas (para las enfermedades fúngicas). Los agricultores trabajan para evitar la escorrentía de los campos y otros posibles efectos negativos de estos productos sobre el medio ambiente. Las directrices elaboradas por la industria y el gobierno especifican las tasas y condiciones adecuadas de su uso. Los agricultores también utilizan productos nuevos, más ecológicos y específicos, a medida que están disponibles.
Conservación del suelo
Los agricultores utilizan métodos de conservación del suelo para proteger sus tierras. Un ejemplo es la labranza en contorno. Las hileras de cultivo que suben en línea recta por una pendiente corren el riesgo de acelerar la erosión cuando caen lluvias intensas. Estas hileras pueden actuar como canales por los que el agua de lluvia arrastra el suelo. Por el contrario, el arado que sigue las curvas de nivel de una ladera deja hileras que discurren perpendiculares a la corriente de agua. Estas hileras ralentizarán la escorrentía y evitarán la erosión.
