La agricultura en Colombia enfrenta desafíos significativos debido a la escasa proporción de suelo cultivable, ya que casi la mitad del país está cubierta por bosques y muchas áreas son montañosas.
Sin embargo, la ubicación tropical y la diversidad de climas permiten cultivar una amplia variedad de plantas.
A pesar de la feracidad del suelo, el alto costo de producción y la elección inadecuada de semillas son problemas que requieren atención y capacitación para mejorar la productividad agrícola.
agricultura en Colombia
La proporción del suelo dedicada al cultivo es escasa, por la gran extensión de los bosques (casi la mitad del país), la amplitud de los terrenos dedicados a pastos, el desaprovechamiento de la zona oriental y la elevada proporción de terrenos excesivamente montañosos o de exagerado desnivel y pendiente. La situación de Colombia en la zona tropical, unida a la variedad de topografía y clima permite cultivar no sólo las plantas tropicales, sino todas las de la zona templada y fría, pues el suelo colombiano es, en general, de gran feracidad. Diversidad de temperaturas, precipitaciones y composición de los suelos se traducen en el hecho de que casi no existe una planta que no pueda ser objeto de cultivo en este país.
Uno de los problemas principales de la agricultura colombiana es el alto costo de producción, por mediana elección de semillas o por cultivo equivocado. De ahí la necesidad de una mayor instrucción al agricultor para la preparación del suelo, el aprovechamiento de las curvas de nivel, el combate de la erosión, la aplicación de abonos, la mecanización de ciertas tareas agrícolas y otros aspectos. Es también conveniente una política de créditos más generosa a base de préstamos o anticipos a largo plazo y bajo interés. Otro gran problema es la falta de comunicaciones que permitan colocar con facilidad las cosechas en los mercados, y ese problema no es fácil de resolver pues las grandes cordilleras andinas hacen difícil la comunicación entre los distintos valles; en cuanto a la zona oriental no podrá desarrollarse mientras no disponga de comunicaciones que sirvan a la vez de elemento de atracción para la población y de salida para sus productos.
Falta también en la agricultura colombiana una organización técnica adecuada a base de cooperativas de producción, distribución y consumo. Otro problema trascendental es el de la erosión, muy intensa sobre todo en la cuenca del Magdalena. La pérdida de terrenos es muy grande en los suelos dedicados a cultivos «limpios» como el maíz y las papas, y algo menor en los terrenos de pastos o en los cultivos de tipo arbóreo. La devastación forestal es causa principal de esa fuerte erosión, así como también la utilización de sistemas anticuados en la preparación de los terrenos pendientes. Se impone por tanto una intensa campaña de repoblación y la difusión de las prácticas anti-erosivas, tales como curvas de nivel, terrazas, barreras vegetales, acequias de ladera y otras, que tienden a reducir la velocidad de las aguas y disminuir por tanto la erosión.