La agricultura y ganadería de Chipre son fundamentales para su economía, a pesar de las limitaciones impuestas por un clima seco.
Aproximadamente el 47% de la superficie de la isla se dedica a tierras productivas, concentrándose en la fértil llanura de Messaoria.
Los cultivos más destacados incluyen el trigo, la cebada, la vid y el olivo, que generan productos como vino y aceite de oliva, esenciales para la exportación y la riqueza del país.
agricultura y ganadería de Chipre
Aunque el clima, por su sequedad, no resulta muy favorable, la agricultura es la base de la economía chipriota. El aprovechamiento del suelo es bastante elevado, puesto que el terreno (cultivado o arbolado) económicamente productivo se eleva al 47 % de la superficie total. Los cultivos eluden las zonas montañosas y se concentran en la fértil llanura central de Messaoria, formada por ricos aluviones, en la que es posible alguna irrigación. Entre los cereales destaca el trigo, pero se cultiva también la cebada, que se acomoda a la escasa humedad. La vid es cultivo característico de la isla, principalmente en las vertientes meridionales; se obtiene excelente vino blanco y las uvas, en fresco o pasas, constituyen otra riqueza para el país. El olivo, otra planta típicamente mediterránea, ocupa aún más extensión y permite obtener aceite, que es uno de los productos de exportación. Algarrobas, almendros y frutos agrios (naranjas y mandarinas), son otros cultivos característicos. Más secundarios en su economía son el algodón, tabaco —de buena calidad—, patatas, lino y cáñamo. Como en casi todos los países mediterráneos, es en cambio escaso el bosque (18 % de la superficie), que carece además de grandes especies y está más bien representado por el «maquis» característico de esos climas. El algarrobo crece de manera espontánea, pero sólo es objeto de explotación la especie cultivada.
La ganadería refleja siempre las características del clima y existe por ello un notable predominio de las especies menores: ovinos y caprinos, mientras es bastante escaso el ganado vacuno, el porcino y el caballar. El carácter montañoso de gran parte del país hace muy apreciados los asnos, que incluso son objeto de exportación hacia los países vecinos, en especial a Turquía. Antiguo país de interés sericícola, hoy la cría del preciado gusano está en decadencia, pero todavía existe un centro sedero en Yeraskipo. Como país insular, tiene interés la pesca y de una manera particular la de esponjas, realizada sobre todo en las islas Simi y Calino, del archipiélago del Dodecaneso.