El término aguacerito blanco se refiere en Venezuela a un tipo de lluvia ligera o calabobos, caracterizada por su intensidad suave y persistente.
Este fenómeno meteorológico es común en diversas regiones del país, donde puede aparecer de manera repentina, proporcionando un alivio temporal del calor.
La expresión evoca la imagen de un aguacero que no llega a ser torrencial, sino más bien una lluvia tenue que refresca el ambiente.