El término ahriman se refiere a una figura central en la mitología persa, considerada como el dios que provoca el mal.
En contraste con Ormuz, el dios del bien, Ahriman representa las fuerzas oscuras y la tentación.
Esta dualidad entre el bien y el mal ha influido en diversas religiones, que han adoptado el concepto de un dualismo entre Dios y el Diablo, reflejando la lucha eterna entre estas dos fuerzas.
Relig. Entre los persas, dios causante de los males, opuesto a Ormuz, dios causante de los bienes, el cual tentó en el desierto a Zoroastro. De ellos tomaron varias religiones el dualismo Dios-Diablo.