La ajaraca es un adorno arquitectónico del estilo mudéjar, que se destaca por su elegancia y delicadeza.
Consiste en un lazo decorativo con líneas y florones que embellece ventanas, arcos y pilares.
Inspirada en formas geométricas y vegetales, como líneas entrelazadas y rosetones, aporta sofisticación a las construcciones medievales de la Península Ibérica.
f. Arq. Lazo, adorno de líneas y florones (mudéjar).
La ajaraca es un elemento arquitectónico característico del estilo mudéjar, que se desarrolló en la Península Ibérica durante la Edad Media. Este adorno consiste en un lazo decorativo con líneas y florones que se utiliza para embellecer diferentes elementos constructivos, como ventanas, arcos o pilares.
La ajaraca se caracteriza por su elegancia y delicadeza, aportando un toque de ornamentación y sofisticación a las construcciones. Su diseño se inspira en las formas geométricas y vegetales, con motivos de líneas entrelazadas, rosetones y flores estilizadas.
Además de su función estética, la ajaraca también cumple un papel estructural, ya que se utiliza para unir distintos elementos arquitectónicos, aportando estabilidad y resistencia a la estructura. Su presencia en los edificios mudéjares es uno de los principales rasgos distintivos de este estilo arquitectónico.
La ajaraca se elabora mediante la técnica del mocárabe, que consiste en la combinación de piezas de yeso o cerámica para formar diseños tridimensionales. Estas piezas se ensamblan cuidadosamente para crear un motivo continuo y armónico, que luego se coloca en los elementos arquitectónicos correspondientes.