La palabra alagadizo se refiere a un terreno que tiene la capacidad de encharcarse con facilidad, lo que significa que acumula agua en su superficie.
Este tipo de suelo puede presentar desafíos para la agricultura y la construcción, ya que su exceso de humedad puede afectar el crecimiento de las plantas y la estabilidad de las estructuras.
En definitiva, un terreno alagadizo es aquel que tiende a retener agua, creando condiciones específicas en su entorno.