El término alagartarse proviene del español de México y se refiere a la acción de apartar los cuatro remos de una embarcación, lo que provoca que esta disminuya su altura.
Esta práctica es esencial en la navegación, ya que permite ajustar la posición de la embarcación en el agua.
La palabra evoca una imagen de adaptación y maniobrabilidad, reflejando la relación entre el hombre y el entorno acuático.