El alambre espinoso es un tipo especial de alambre diseñado para cercas, compuesto por dos hilos entrelazados que llevan púas a intervalos regulares.
Fabricado generalmente con hierro galvanizado, este alambre se produce en diversas formas mediante máquinas que insertan las espinas y las cortan para darles punta.
Patentado por Joseph F.
Glidden en 1873, revolucionó la agricultura en el oeste americano, facilitando la instalación de cercas en vastas extensiones de terreno.
Tipo especial de alambre destinado especialmente a la instalación de cercas. Consta generalmente de dos hilos llamados alambres de línea arrollados entre sí, en los que se insertan espinas o púas a intervalos regulares. Las púas se arrollan alrededor de uno o de los dos alambres, espaciadas de 5 a 15 cm. El alambre espinoso se fabrica con hierro galvanizado y se produce en una gran variedad de formas y estilo en máquinas de gran velocidad. Estas máquinas envuelven las espinas alrededor del alambre, las cortan diagonalmente para obtener las puntas y arrollan los alambres. El producto acabado se enrolla en carretes para su distribución.
Joseph F. Glidden patentó en 1873 el primer alambre de púa práctico y las máquinas para fabricarlo. Este invento abrió a la agricultura vastas extensiones del oeste americano. Los colonos que intentaban establecer sus granjas en las Grandes Llanuras tropezaban con la falta de materiales adecuados para la instalación de cercas. Tal territorio carecía de árboles y rocas, materiales clásicos en la instalación de cercados, y el alambre liso no era obstáculo para el ganado cornilargo de Texas que erraba por el campo abierto. El alambre espinoso resolvió este problema. De fácil transporte y coste relativamente barato, mantenía al ganado apartado de las cercas. Nuevas oleadas de colonos se extendieron hacia el O reivindicando la posesión de nuevos terrenos a la vez que los cercaban.
Los ganaderos se opusieron, a veces con violencia, a los intrusos. Largos años de acceso indiscutido al campo, a los abrevaderos, a los pozos artesianos, crearon en los ganaderos el sentimiento de que sus derechos eran violados por los colonos. Sin embargo, no pudieron contener el alud de granjeros hambrientos de tierra; pronto los terrenos de pasto fueron divididos en «ranchos» y cercados por el alambre de espino. Los días del espacio ilimitado, que se extendía de México a Canadá, habían acabado. La eficacia de las cercas de alambre de espino aumentó en el año 1930 cuando se idearon sencillos aparatos que enviaban corriente eléctrica a través del alambre. La corriente tiene potencia suficiente para sacudir y sorprender al ganado, pero no para dañarle. Con este sistema bastan una o dos tiras de alambre para asegurar la eficacia de la cerca.
El alambre de espino limita también las fronteras, las plantas industriales, prisiones, instalaciones múltiples, etc. En estas aplicaciones, y en las alambradas militares, suele circular por el alambre corriente a alta tensión. Véase Cerca.