La palabra albenda se refiere a una colgadura de lienzo blanco que se utilizaba en épocas pasadas.
Este tejido, adornado con labores que representaban figuras de flores y animales, era común en decoraciones y ceremonias.
Su uso no solo cumplía una función estética, sino que también reflejaba la habilidad artística de quienes las confeccionaban, convirtiéndose en un símbolo de la tradición textil de su tiempo.