El término albillo se refiere a una variedad de uva caracterizada por su hollejo tierno, lo que influye en las características del vino que se elabora a partir de ella.
Por otro lado, albilla puede relacionarse con esta misma uva, aunque su uso es menos común.
Ambas palabras evocan la riqueza de la viticultura y la diversidad de sabores que se pueden encontrar en los vinos, destacando la importancia de la calidad de la uva en el proceso de vinificación.